Los
señoríos fueron una institución de origen medieval que suponía el dominio
eficaz de un territorio por parte del rey, la nobleza o el clero, que además era
hereditario.
El
señor tenía una serie de prerrogativas de tipo judicial, político y
administrativo, que eran una fuente de poder, ya que nombraba a las autoridades
locales, ejercía la justicia y a la vez cobraba impuestos a los campesinos por
el trabajo de la tierra y controlaba los derechos de monopolio del lugar,
llamados regalías, por el que se obligaba a los vasallos a pagar por el uso de
una serie de instalaciones y servicios necesarios para el desarrollo del
trabajo agrario y atender a la alimentación de la comunidad, molino, horno,
herrería, taberna, tienda, obradores de artesanos, carnicería, pescadería, etc.
El
señorío de Puçol surgió como medio de pago por parte de Jaime I al noble
Assalit de Gudal por su participación en la conquista de Valencia.
A lo largo de los casi 600 años
durante los cuales Puçol fue un señorío, exceptuando al primer señor, Asalit de
Gudal y al propio Jaime I, el resto de señores siempre fueron los obispos y arzobispos
que rigieron la sede valenciana.
De entre los 37 obispos y
arzobispos que ostentaron el señorío de Puçol, cabe destacar que entre ellos
hubo dos papas, Alfonso de Borja, Calixto III y Rodrigo de Borja, Alejandro VI.
También dos de ellos alcanzaron la santidad, San Juan de Ribera y Santo Tomás
de Villanueva.
Es
a partir de esta última fecha cuando se inicia la jurisdicción de los obispos y
arzobispos de Valencia en Puçol, dominio que perdurará hasta la extinción de
los señoríos por las Cortes de Cádiz a principios del siglo XIX, siendo el
primero de ellos…
(
– Zaragoza, 00/07/1271)
Durante
su mandato comenzaron a construirse en Valencia muchas iglesias; algunas de
ellas sobre el solar de las antiguas mezquitas.
Pleiteó
con el rey Jaime I en defensa de la dotación de la catedral que había sido reducida
a la tercera parte por arreglo del rey con el anterior obispo, Ferrer de
Pallarés, logrando finalmente que, para acallarle, le cediese el monarca la
tercera parte de Puçol en noviembre de 1243, aunque no satisfecho el prelado
con este arreglo siguió pleiteando durante todo su pontificado.
La escasez de clero en la
diócesis llevó al Obispo y al Cabildo a ofrecer ventajosas prerrogativas y
concesiones a órdenes religiosas, tales como las que obtuvieron los canónigos y
hermanos hospitalarios de Roncesvalles, a quien se les hizo donación de las
iglesias de la Santa Cruz, en Valencia y la de Puçol.
Arnaldo
de Peralta solicitó y obtuvo de la Santa Sede su traslado a Zaragoza en octubre
de 1248, donde falleció en julio de 1271.
El obispo Arnaldo de Peralta.
Taller de Juan de Juanes. 1568
Catedral de Valencia
En la catedral de Valencia
se conserva una galería de retratos de los obispos y arzobispos que rigieron la
sede episcopal de Valencia. Los retratos se encargaban después de que el
arzobispo abandonara la sede y siguen el modelo establecido por el pintor Juan
de Juanes al iniciarse la serie en el siglo XVI.
En estos retratos aparecen
los obispos con las vestiduras y ornamentos propios de su cargo y en actitud de
bendecir.
En la parte inferior del
retrato, a ambos lados del escudo del arzobispo, hay escrita una sucinta
biografía del personaje.
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Archidiócesis de Valencia. Arturo Llin Cháfer
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