Por encargo del rey Carlos IV,
el botánico Antonio José Cavanilles empezó a recorrer España en el año 1791 para examinar los vegetales que en ella
crecen. Como buen valenciano, dio comienzo a sus trabajos en el Reino de
Valencia, y así, en la primavera de dicho año se desplazó a la ciudad de
Valencia y se hospedó en el Colegio de la Ciudad, desde donde salió en los
diferentes recorridos de cada campaña y buscó la documentación preliminar y
posterior. Además, en el Colegio organizó los herbarios, dibujos, muestras y
anotaciones al final de cada expedición. Al inicio de cada otoño, Cavanilles lo
abandonaba para regresar a su gabinete de Madrid.
En estos recorridos o excursiones,
Cavanilles escribió un Diario en el
que anotaba cuanto consideraba interesante, dibujó vistas y copió planos,
herborizó e inventarió plantas. Este manuscrito se conserva en el Real Jardín
Botánico de Madrid.
A medida que avanzaba en sus
exploraciones, Cavanilles fue ampliando sus observaciones botánicas con
numerosos datos sobre el reino mineral, la geografía y la agricultura, así como
interesantes noticias sobre la población y frutos de cada uno de los lugares
visitados.
Los recorridos valencianos del
botánico duraron veinte meses, distribuidos en tres campañas, en los años 1791,
1792 y 1793, interrumpidas por retornos invernales a Madrid.
Todos estos trabajos los reflejó
en su obra Observaciones sobre la
historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de
Valencia (1795-1797), en la que
Cavanilles abarca gran parte de las disciplinas técnicas y científicas de la
época, como la botánica, la agronomía, la geología, la hidrología, la medicina,
la geografía, la cartografía, la arqueología y muchos de los principales campos
de la industria.
Cavanilles visitó Puçol durante
su segunda campaña, en la primavera de 1792. En el Diario de viaje del botánico
constan
los comentarios de su visita a Puçol realizada el 21 de marzo en la que, entre
otras cosas, hace una dura crítica al religioso capuchino fray Constantino de
Castellote, director del Jardín Botánico de Puçol…
[folio
2v]
Salí
de Moncada y de casa de D. Francisco Espinosa, médico del lugar y por
Rafelbuñol salimos a Puzol para ver el Jardín del Arzobispo: Todo este trecho
de mas de dos leguas esta cultivado parte en huerta, y lo mas en secano, donde
hay olivos, algarrobos y viñas: estas y las moreras de las huertas empezaban a
sacar hojas. Todo me pareció bien cultivado.
Hallé
en el Jardín al Padre Constantino capuchino a quien el arzobispo le había dicho
que yo debía ir, y aquel llamó al cura para que me viese como conoci….….
El
buen capuchino tiene reputación de
botánico, pero en lo poco que lo traté, conocí que era pura gracia; pues tomaba
por sidas la malva vitifolia; por salvia la budleya globosa; y no sabía que
cosa era el usteria scadens, que es planta vivaz. Ya es duro alcanzar para
zamponas dixe yo para mi capote al ver las canas del buen padre, y su aire de
profesor con interior de aprendiz. Pero vamos adelante. En el jardín no había
aun plantas con flor……. do gracias sobre todo al cura y me pase a Murviedro.
Fragmento del Diario de Cavanilles en el que aparece Puçol |
Después
de visitar Sagunto, en la marjal de Almenara Cavanilles se indispuso y regresó
a Valencia, pasando antes por el convento de la Vall de Jesús y Museros…
Salí por la mañana y al llegar al
frente del convento de La Vall de Jesús atravesé desviándome del camino, y al
pasar por un campo arenisco que estaba sembrado de altramuces (Lapinus Varius)
vi con abundancia la Loeflingia hispanica, el ornithopus perpusillus [Peu
de pardal menut], y otro que examinaré, la Lysimachia linum strellatum, el
anagallis tenella, iuncus buffonius [Junch de sapos], la herniaria
glabra, el polycarpon diphyllum [Policarp de dos fulles], lycopsis
arvensis, iberia nudicaules, y otra plantita toda encarnada que no pude
determinar. [Aparece añadido con posterioridad Tillaea muscosa].
Continue atravesando y al pasar por el pinar vi el cistus gutatus, el
salvifolius, crispus y fumana con otras plantas, llegue al convento vi la
iglesia y después subi al monte.
Esta colocado este convento (de 31
individuos) a la raíz de un cerro elevado que se reúne con dos mas altos,
separados todos de la cadena de montes que viene desde cerca de Betera: todo el
y los vecinos son de piedra roja arenisca con puntos brillantes en las
fracturas, echado lumbre quando se hiere con el acero, y forman bancos como los
de marmol. Ni un solo pedazo descubrí de otra especie de piedra, y este grupo
de cerros ocupa el espacio que dexan al oriente y poniente las cadenas de los
montes de mármol: al bajar del convento para introducirme en el camino real vi
que desde el norte corrian a flor de tierra varias faxas que presentaban el
mismo cascarón que he visto cubrir los montes marmóreos: sin duda serian
prolongaciones de la cabeza o último eslabón sensible de la cadena citada que
vi en el Cabesbort, y creya terminada en la Vall de Jesús. Junto a este
convento se ve una larga calle que forman dos hileras de cipreses. Continue mi
viaje…….
En la obra mencionada Observaciones sobre la historia natural,
geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia,
Cavanilles habla de Puçol en estos términos…
Pero dexadas generalidades,
examinemos los lugares empezando por Puzól.
[pág. 137]
52.
Se halla este pueblo al norte de
Valencia, y al mediodía de Murviedro: sus campos fértiles confinan por la parte
septentrional con los Saguntinos, y por la meridional con los del Puig: los del
poniente son bastante áridos, y los del levante, como inmediatos al mar, baxos,
y algunas veces aguanosos.
Inicia el relato situando
geográficamente Puçol y realizando una breve descripción de los terrenos de
cultivo. Continúa ensalzando el buen hacer de los agricultores y la feracidad
de los campos…
La disposición natural del suelo, y
las aguas que recibe del Turia, proporcionan toda especie de frutos. La
aplicación y cuidado de los cultivadores compite aquí con la fecundidad de los
campos; resultando de esta feliz combinación de circunstancias un aumento
extraordinario en nuestra especie.
Describe a continuación el
triste suceso de la epidemia de Tercianas del otoño de 1784 y el aumento de
población que se produjo a raíz de abandonar el cultivo del arroz…
En 1784 no pasaban de 500 los
vecinos de Puzól, que hoy llegan á 666. La agricultura, único recurso de la
población, no hubiera podido por sí sola producir tal aumento en tan corto
espacio de diez años, á no concurrir otra causa poderosa que mejorando la
condición de la atmósfera, fortifica la salud y robustez de los hombres. Los de
Puzól cayéron en la debilidad de cultivar el arroz en las partes hondas:
preparaban dentro de sus casas el estiércol, indispensable para lograr cosechas
abundantes, y para ello detenían las
aguas en sitios contiguos á sus habitaciones, donde se corrompían los
vegetales, y fermentaban otras materias. Pero en 1784 conocido el yerro,
desterráron la planta que inficionaba el ayre, y recobró el pueblo la
salubridad que le es propia. Desde entónces se multiplicáron los brazos y el
cultivo, correspondiendo los frutos del trabajo.
Incluye
también un estado de las principales producciones y de la distribución de la
riqueza….
Cógense
en este término 5₡ libras de seda, 2₡ cahices de trigo, 1₡ de maíz, 600 de
judías, 42₡ cántaros de vino, 600 arrobas de aceyte, y 1₡ de algarrobas. Las
fortunas de los particulares se hallan bastante bien repartidas en el pueblo;
no son allí como en otros del reyno el patrimonio de un corto número de ricos.
Así pues, dueños regularmente de lo que cultivan, se animan á sacar todo el
partido á costa de sudores voluntarios.
A
continuación detalla el principal motivo de su visita a Puçol, lo que el llama El Jardín del Arzobispo, aunque atribuye
la fundación del Jardín Botánico al arzobispo Andrés Mayoral, siendo el
verdadero impulsor del mismo su sucesor, el arzobispo Fabián y Fuero, que es
silenciado en el texto de Cavanilles por motivos no precisamente botánicos….
También
contribuye á la felicidad del pueblo el vivir allí largas temporadas los
Señores Arzobispos de Valencia. El Señor Mayorál, cuya beneficencia, virtudes y
paternal cariño se conservarán siempre en el corazón agradecido de los
Valencianos, convirtió en jardín una extensión
contigua á su palacio, formando el primer modelo de un huerto botánico que se
vió en el reyno, y logró que el chirimoyo y aguacate, plantados al ayre libre,
diesen fruto como en América. En estos últimos años ha enriquecido el jardín
con infinitos vegetales, como yucas, cactos, parkinsonia, poinciana, ciprés
tableado, y una gran multitud de mimosas, que vegetan con fuerza [pág.138] y lozanía. Allí se ven preciosas colecciones de salvias,
geranios, malvas, sidas y verbenas; la citriodora se distingue por la fragancia
de sus hojas, y abundancia de flores; la budleya globosa forma un árbol
vistoso; la usteria trepadera y varios látiros visten las paredes; gran número
de liliáceas, gramas, aparasoladas, compuestas y de otras familias se hallan
distribuidas en los quadros según el sistema de Linneo. Podría
aumentarse la riqueza del jardín á poca costa: las inmediaciones le ofrecen
plantas, y no todas vulgares.
Finaliza
con una descripción de lo que vio en las inmediaciones del convento de la Vall
de Jesús y en los marjales cercanos al mar…
En
los campos areniscos cercanos al Valle de Jesús se crían la loeflingia de
España, la tilléa parecida al musgo, el piedepáxaro menudo, el carraspique de
tallo desnudo, el junquillo que La Mark llamó mudable y otras muchas. En el
pinar inmediato las xaras crespa, goteada, numularia, fumana, y las parecidas
en sus hojas á la salvia, maro, brezo y romero. En las cercanías del mar, de
los azarbes y pantanos se hallan potamógetos, juncos, juncias, cirpos,
gencianas, sosas, salicornias, eringos y la equinófora espinosa, con otras
muchas citadas en esta obra.
53. A media legua de Puzól hácia el
mediodía se halla el Puig en las cercanías de un cerro ………
Foto: BNE |
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CABANILLES PALOP, Antonio José. Diario de
las excursiones del viaje a Valencia, con notas, estadísticas, apuntes e
informes para la redacción de sus Observaciones. Manuscrito en el Real
Jardín Botánico de Madrid.
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