Francisco Planes nació en Puçol en el año 1595 (Francisco Roca lo sitúa en 1598), fue beneficiado en la iglesia de San Andrés de Valencia y cura párroco en Canet d’En Berenguer, tiempo en el que se produjo la epidemia de peste en el año 1647, motivo por el cual se refugió en el domicilio de su hermano en Puçol, siendo entonces cuando redactó su Historia de la Santa Imagen de el Pie de la Cruz, venerada en la Iglesia Parroquial de la Villa de Puzol, librito manuscrito en 4º que quedó en el archivo de la iglesia parroquial de Puçol.
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En aquel [archivo de la iglesia] existe la Historia de la Santa Imagen de el
Pie de la Cruz la que dexó referida, y firmada de su mano el Licenciado
Francisco Planes natural de la misma Villa, que siendo Cura del Lugar de Canet
se retiró á Puzol con sus hermanos para vivir baxo la protección de este Santo
Simulacro en el año 1647. y agradecido de aver quedado libres de el furioso
contagio de la peste, acabó de componer su Historia en el año de 1649. Pero no
se imprimió, y quedó solo manuscrita en un libro en quarto, cuyas noticias avia
tenido por las que le dieron sus Padres, y Abuelos, y las que eran corriente
voz, y opinión bien recibida, sin contradicion de las personas que existían en
Puzol de mayor edad, y crédito, que las bastavan para calificarlas como
ciertas. De la traslación de la Santa Imagen à la Iglesia Parroquial en donde
aora se venera, fue testigo de vista, y dize que asistieron el Excelentisimo, y
Venerable Señor Patriarca Arzobispo, y el Ermitaño Pedro Muñoz. Esta relación
de Mosen Francisco Planes la continuó en el mismo libro, por afectuoso hijo de
dicha Villa, el Dr. Isidoro Planes …
Este autor, para redactar la
entrada correspondiente a La Virgen del Pie de la Cruz, que a continuación
copiamos, se valió de la copia del manuscrito original de Mosén Francisco
Planes, remitida a mosén Jerónimo Martínez de Vega, vicario del Hospital
General de Valencia.
(fol 318) La Virgen del Pie de la Cruz
En
el tiempo que el Illmo. Don Juan de Ribera, meritíssimo Arzobispo de Valencia,
y digníssimo Patriarcha de Antioquia, vivía y San Luis Bertrán y el Padre
Nicolás Factor vivía juntamente en aquel
tiempo el hermano Pedro Muñoz, todos mui amigos, y tratándose muy familiarmente
y como el hermano Pedro Muñoz era un hombre lego y no podía seguir tan
perfectamente la vida como San Luis Bertrán, y el P.e Nicolás Factor
determinó de tomar el estado de hermitaño, y dejar su casa y hacienda, el qual
era del lugar de Puçol, y este previniendo primero la vendición de sus padres
espirituales, se retiró a vida heremítica vistiéndose el Ávito de San Pablo, y
como ahora fuese por la devocion que tenía a la Cartuxa, aora fuese por averlo
Dios ordenado assí, se fue al Rl. Convento de Val de Christ, el qual
es grande por muchos títulos y agradándole el sitio pidió a los Padres y al
Prior de el Convento que para su consuelo le hiciesen favor de la hermita de
San Julián, que es de los dichos Religiosos. Conque se la otorgaron y se la
dieron para su retiro, y quedó dho Padre Pedro Muñoz propiciario de dha casa,
sustentándose y alimentándose del comercio y rentas de dha casa, no faltándole
cosa que fuese de su consuelo. El tiempo que vibio allí no se save. Y estando
en dha hermita ciertos días (fol 319) en oración, alguna vez a la puerta de la
hermita, no solo una sino muchas veces vio que del cielo vajavan cinco
estrellas de resplandor celestial que señalavan açia el lugar de Puçol y viendo
esto muchas veces y no determinándose qué señal sería aquella, y encomendándose
al Señor, se fue al Convento de la Vall de Jesús de Religiosos de San Fran.
Recoletos, questa mas arriva de Puçol a mano hisquierda yendo a Murviedro, a
ocasión que entonces estava allí por guardían el Pe. Nicolás Factor,
y fue a verle y comunícale su espíritu, y lo que aquellos días havía visto, y
le mandó que se retirase en el monte proprio questa arrimado al Convento, que
se llama vulgarmente el Picayo, y que se quedase allí algunos días en una
hermita antigua que oy se llama la hermita vieja, que está a la mitad de la
suvida de dho monte, y que mirase de allí muy bien las estrellas q. vajavan y señalavan.
Violo el santo hermitaño muy bien y pudo discernir y descubrir a dónde
señalavan las dhas estrellas, que era encima de un monte que se llamava el
Cabesol, y oy en día se llama así mesmo. Y se lo dijo al Pe. Nicolás
Factor, y le mandó siguiera aquel prodigio. Fue el santo hermitaño, y empeço a
cavar en lo mas alto del monte, y estando cavando le vieron dos criados del
Convento de la Cartuja de Ara Christi, que estavan travajando en las heredades
de dicho Convento, y se quedaron suspensos de ver a aquella ora al Pe.
Muñoz cavando. Ya fuese que como era viejo, o que fuese esta la voluntad de
Dios, se volvió a Puçol sin acavar de cabar a tomar un refresco, (fol 320) o
por otra cosa que le faltava, y como los dhos Mozos vieron que se avia ydo
fueron prestos en acudir al puesto, y pensaron no fuese algún tesoro el que
buscava el hermitaño enpeçaron a cavar en dicho puesto y ahondaron mas que no
el hermitaño y allaron a la Reyna Santíssima, y quedándose atónitos y admirados
de tal maravilla la sacaron y tornaron con mucha devoçion, y la trujeron al
Convento de la Cartuja o Alqueria de Roig, porque entonzes ni bien era Convento
ni bien era alqueria, porque era a los principios de su fundación, y muchos no
le llamavan convento sino la Alquería de los Inquisidores Roig.
Con
el mucho cuydado que el Padre Muñoz tenía de volver a cabar no podía sosegar en
su casa que la tenía propia en aquel lugar de Puçol volvió a toda prisa, a
continuar en cavar y ya no vio las cinco estrellas, ni menos la claridad (que
al modo sería de noche), antes vien cavado el monte y de diferente modo la
tierra de lo que el la avia dexado, y sin reparar en nada, inspirado de Nuestro
S., se fue corriendo al convento o alquería, pidiendo a grandes voçes y
lágrimas la Santa Imagen que havían allado los Mozos, diciendo que era suia y
que Nuestro Señor se lo avía revelado a el, aciéndose mui dificultosos, y el
siempre insistiendo con mucho ferbor y lágrimas, dixeronlo al Prior y al Padre
que presidía en aquel tiempo y le dijo que si hera suya (como decía) que le
diese las señas que tenía, y viniendo bien el santo Pe. Muñoz sin
averla visto, dixo, que era una santa Imagen de Piedra Morenita, con título del
Pie de la Cruz, que está asentada (fol 321) y tiene a su Hijo encima de las rodillas,
del modo que le vajaron de la Cruz, que estava muy dolorosa, y que tenía por
más señas que a los lados de la Imagen avía dos pirámides y en el Remate de la una
que es la derecha está San Pedro con las llaves, y en la otra pirámide de la
mano hisquierda está Santiago con su bordón y esclavina, a modo de peregrino, y
añadió mas, que por mas señas que los mozos quando cavaron fueron con tan poca
reverencia, que le rompieron un pedacito de la mano derecha de la parte de la
esquina del braço, y viendo las señas que dava, sin averla visto, y que no
faltava en cosa determinaron de dársela y entregándosela de buena gana hoy en
día está en la Iglesia de el lugar de Puçol con las mesmas señales. Llevola el
santo hermitaño a Puçol, y la depositó en su casa en un nicho de una pared, fue
todo el lugar a verla, y hacía muchissimos milagros, y prodigios, dixéronlo al
P. Patriarcha, y le dixo al Sto. hermitaño que sería mexor para
total consuelo de todo el lugar que la entregase al lugar, y la depositasen en
puesto decente en la Iglesia, con que el Sto. hermitaño lo hizo assí, y ordenando y
disponiendo muchas fiestas, se determinó el día, el qual no se ha podido saver,
si bien es cierto estará en la memoria en el archivo de dho Lugar y de la
Iglesia. Llevaronla en processión con mucha alegria y assistencia del clero de
dho lugar, y llevandola en las manos el Retor la llevaron en processión a la
Iglesia, y el Pe. hermitaño Pedro Muñoz iba entre los dos jurados
del lugar, detrás de la Santa Imagen, derramando muchas lágrimas. Y alavando al
Señor y a su Santa Madre. Quedó depositada (fol 322) en dha Iglesia y oy en dia esta
en su Capilla con mucho consuelo de todos, y el lugar la nombro y tomo por su
Patrona. Los milagros y prodigios que a echo y aze son infinitos, y la devoción
es mucha en dho. lugar y en todos los circunvecinos, y estan dando gracias a
Nuestro Señor de haverles dado tal consuelo.
Esta
memoria se ha allado en la libreria de mosén Gerónimo Martínes de la Vega, vicario
del Hospital General de Valencia, que era una librería la mas considerable y
curiosa que havía en España, pues quando murió se estimó en mas de 10 mil
Ducados, y era hombre tan curioso y observante de cosas prodigiosas y curiosas
que tiene autoridad entre los hombres memorables, y se le puede dar crédito, a
más que en dicho lugar tienen las mesmas noticias, si bien no puso el día ni
año. Y es cierto que no pudo tener la noticia de ellos, solo se dice que en
tiempo de el Señor Patriarca Don Juan de Ribera, el de San Luis Bertrán, y del
Padre Nicolás Factor, que por estas noticias sí importa se podrán tener las
verdaderas del año y día.
•
CASTELVÍ COLOMA, José de. Catálogo
de todas las santas imágenes de nuestra señora que dichosamente se veneran en la
ciudad, villas y lugares en el reyno de Valencia con una breve descripción del
modo, sitio y lugares en donde se hallaron y tubieron el origen las Santísimas
imágenes con sus invocaciones. Manuscrito. Valencia. 1689. Biblioteca del
Palacio Real
•
ORTI y MAYOR, José Vicente. Vida del Venerable hermano Pedro Muñoz y descubrimiento de la imagen de
Nuestra Señora al Pie de la Cruz venerada en Puzol. Valencia. 1747
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