martes, 29 de septiembre de 2020

1797. PUÇOL EN LAS OBSERVACIONES……. DE ANTONIO JOSÉ CAVANILLES.



                Por encargo del rey Carlos IV, el botánico Antonio José Cavanilles empezó a recorrer España en el año 1791 para examinar los vegetales que en ella crecen. Como buen valenciano, dio comienzo a sus trabajos en el Reino de Valencia, y así, en la primavera de dicho año se desplazó a la ciudad de Valencia y se hospedó en el Colegio de la Ciudad, desde donde salió en los diferentes recorridos de cada campaña y buscó la documentación preliminar y posterior. Además, en el Colegio organizó los herbarios, dibujos, muestras y anotaciones al final de cada expedición. Al inicio de cada otoño, Cavanilles lo abandonaba para regresar a su gabinete de Madrid.
                En estos recorridos o excursiones, Cavanilles escribió un Diario en el que anotaba cuanto consideraba interesante, dibujó vistas y copió planos, herborizó e inventarió plantas. Este manuscrito se conserva en el Real Jardín Botánico de Madrid.
                A medida que avanzaba en sus exploraciones, Cavanilles fue ampliando sus observaciones botánicas con numerosos datos sobre el reino mineral, la geografía y la agricultura, así como interesantes noticias sobre la población y frutos de cada uno de los lugares visitados.
                Los recorridos valencianos del botánico duraron veinte meses, distribuidos en tres campañas, en los años 1791, 1792 y 1793, interrumpidas por retornos invernales a Madrid.
                Todos estos trabajos los reflejó en su obra Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia  (1795-1797), en la que Cavanilles abarca gran parte de las disciplinas técnicas y científicas de la época, como la botánica, la agronomía, la geología, la hidrología, la medicina, la geografía, la cartografía, la arqueología y muchos de los principales campos de la industria.
                Cavanilles visitó Puçol durante su segunda campaña, en la primavera de 1792. En el Diario de viaje del botánico
constan los comentarios de su visita a Puçol realizada el 21 de marzo en la que, entre otras cosas, hace una dura crítica al religioso capuchino fray Constantino de Castellote, director del Jardín Botánico de Puçol…

[folio 2v]

         Salí de Moncada y de casa de D. Francisco Espinosa, médico del lugar y por Rafelbuñol salimos a Puzol para ver el Jardín del Arzobispo: Todo este trecho de mas de dos leguas esta cultivado parte en huerta, y lo mas en secano, donde hay olivos, algarrobos y viñas: estas y las moreras de las huertas empezaban a sacar hojas. Todo me pareció bien cultivado.
         Hallé en el Jardín al Padre Constantino capuchino a quien el arzobispo le había dicho que yo debía ir, y aquel llamó al cura para que me viese como conoci….….
         El buen capuchino tiene reputación de botánico, pero en lo poco que lo traté, conocí que era pura gracia; pues tomaba por sidas la malva vitifolia; por salvia la budleya globosa; y no sabía que cosa era el usteria scadens, que es planta vivaz. Ya es duro alcanzar para zamponas dixe yo para mi capote al ver las canas del buen padre, y su aire de profesor con interior de aprendiz. Pero vamos adelante. En el jardín no había aun plantas con flor……. do gracias sobre todo al cura y me pase a Murviedro.

Fragmento del Diario de Cavanilles en el que aparece Puçol

                Después de visitar Sagunto, en la marjal de Almenara Cavanilles se indispuso y regresó a Valencia, pasando antes por el convento de la Vall de Jesús y Museros…     
               
                                               Salí por la mañana y al llegar al frente del convento de La Vall de Jesús atravesé desviándome del camino, y al pasar por un campo arenisco que estaba sembrado de altramuces (Lapinus Varius) vi con abundancia la Loeflingia hispanica, el ornithopus perpusillus [Peu de pardal menut], y otro que examinaré, la Lysimachia linum strellatum, el anagallis tenella, iuncus buffonius [Junch de sapos], la herniaria glabra, el polycarpon diphyllum [Policarp de dos fulles], lycopsis arvensis, iberia nudicaules, y otra plantita toda encarnada que no pude determinar. [Aparece añadido con posterioridad Tillaea muscosa]. Continue atravesando y al pasar por el pinar vi el cistus gutatus, el salvifolius, crispus y fumana con otras plantas, llegue al convento vi la iglesia y después subi al monte.
                                               Esta colocado este convento (de 31 individuos) a la raíz de un cerro elevado que se reúne con dos mas altos, separados todos de la cadena de montes que viene desde cerca de Betera: todo el y los vecinos son de piedra roja arenisca con puntos brillantes en las fracturas, echado lumbre quando se hiere con el acero, y forman bancos como los de marmol. Ni un solo pedazo descubrí de otra especie de piedra, y este grupo de cerros ocupa el espacio que dexan al oriente y poniente las cadenas de los montes de mármol: al bajar del convento para introducirme en el camino real vi que desde el norte corrian a flor de tierra varias faxas que presentaban el mismo cascarón que he visto cubrir los montes marmóreos: sin duda serian prolongaciones de la cabeza o último eslabón sensible de la cadena citada que vi en el Cabesbort, y creya terminada en la Vall de Jesús. Junto a este convento se ve una larga calle que forman dos hileras de cipreses. Continue mi viaje…….

                En la obra mencionada Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia, Cavanilles habla de Puçol en estos términos…

Pero dexadas generalidades, examinemos los lugares empezando por Puzól.

[pág. 137]

52. Se halla este pueblo al norte de Valencia, y al mediodía de Murviedro: sus campos fértiles confinan por la parte septentrional con los Saguntinos, y por la meridional con los del Puig: los del poniente son bastante áridos, y los del levante, como inmediatos al mar, baxos, y algunas veces aguanosos.

                Inicia el relato situando geográficamente Puçol y realizando una breve descripción de los terrenos de cultivo. Continúa ensalzando el buen hacer de los agricultores y la feracidad de los campos…

La disposición natural del suelo, y las aguas que recibe del Turia, proporcionan toda especie de frutos. La aplicación y cuidado de los cultivadores compite aquí con la fecundidad de los campos; resultando de esta feliz combinación de circunstancias un aumento extraordinario en nuestra especie.

                Describe a continuación el triste suceso de la epidemia de Tercianas del otoño de 1784 y el aumento de población que se produjo a raíz de abandonar el cultivo del arroz…

En 1784 no pasaban de 500 los vecinos de Puzól, que hoy llegan á 666. La agricultura, único recurso de la población, no hubiera podido por sí sola producir tal aumento en tan corto espacio de diez años, á no concurrir otra causa poderosa que mejorando la condición de la atmósfera, fortifica la salud y robustez de los hombres. Los de Puzól cayéron en la debilidad de cultivar el arroz en las partes hondas: preparaban dentro de sus casas el estiércol, indispensable para lograr cosechas abundantes, y para ello detenían las aguas en sitios contiguos á sus habitaciones, donde se corrompían los vegetales, y fermentaban otras materias. Pero en 1784 conocido el yerro, desterráron la planta que inficionaba el ayre, y recobró el pueblo la salubridad que le es propia. Desde entónces se multiplicáron los brazos y el cultivo, correspondiendo los frutos del trabajo.

                Incluye también un estado de las principales producciones y de la distribución de la riqueza….

Cógense en este término 5₡ libras de seda, 2₡ cahices de trigo, 1₡ de maíz, 600 de judías, 42₡ cántaros de vino, 600 arrobas de aceyte, y 1₡ de algarrobas. Las fortunas de los particulares se hallan bastante bien repartidas en el pueblo; no son allí como en otros del reyno el patrimonio de un corto número de ricos. Así pues, dueños regularmente de lo que cultivan, se animan á sacar todo el partido á costa de sudores voluntarios.

                A continuación detalla el principal motivo de su visita a Puçol, lo que el llama El Jardín del Arzobispo, aunque atribuye la fundación del Jardín Botánico al arzobispo Andrés Mayoral, siendo el verdadero impulsor del mismo su sucesor, el arzobispo Fabián y Fuero, que es silenciado en el texto de Cavanilles por motivos no precisamente botánicos….

También contribuye á la felicidad del pueblo el vivir allí largas temporadas los Señores Arzobispos de Valencia. El Señor Mayorál, cuya beneficencia, virtudes y paternal cariño se conservarán siempre en el corazón agradecido de los Valencianos, convirtió en jardín una extensión contigua á su palacio, formando el primer modelo de un huerto botánico que se vió en el reyno, y logró que el chirimoyo y aguacate, plantados al ayre libre, diesen fruto como en América. En estos últimos años ha enriquecido el jardín con infinitos vegetales, como yucas, cactos, parkinsonia, poinciana, ciprés tableado, y una gran multitud de mimosas, que vegetan con fuerza [pág.138] y lozanía. Allí se ven preciosas colecciones de salvias, geranios, malvas, sidas y verbenas; la citriodora se distingue por la fragancia de sus hojas, y abundancia de flores; la budleya globosa forma un árbol vistoso; la usteria trepadera y varios látiros visten las paredes; gran número de liliáceas, gramas, aparasoladas, compuestas y de otras familias se hallan distribuidas en los quadros según el sistema de Linneo. Podría aumentarse la riqueza del jardín á poca costa: las inmediaciones le ofrecen plantas, y no todas vulgares.

                Finaliza con una descripción de lo que vio en las inmediaciones del convento de la Vall de Jesús y en los marjales cercanos al mar…

En los campos areniscos cercanos al Valle de Jesús se crían la loeflingia de España, la tilléa parecida al musgo, el piedepáxaro menudo, el carraspique de tallo desnudo, el junquillo que La Mark llamó mudable y otras muchas. En el pinar inmediato las xaras crespa, goteada, numularia, fumana, y las parecidas en sus hojas á la salvia, maro, brezo y romero. En las cercanías del mar, de los azarbes y pantanos se hallan potamógetos, juncos, juncias, cirpos, gencianas, sosas, salicornias, eringos y la equinófora espinosa, con otras muchas citadas en esta obra.
53. A media legua de Puzól hácia el mediodía se halla el Puig en las cercanías de un cerro ………


Foto: BNE






● CABANILLES PALOP, Antonio José. Diario de las excursiones del viaje a Valencia, con notas, estadísticas, apuntes e informes para la redacción de sus Observaciones. Manuscrito en el Real Jardín Botánico de Madrid.

● CABANILLES PALOP, Antonio José. Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia.  Madrid. 1797






miércoles, 23 de septiembre de 2020

1268, 8 de mayo. JAIME I CONCEDE UNA SERIE DE PRIVILEGIOS SOBRE LA ACEQUIA REAL DE MONCADA.



                Los orígenes de la Real Acequia de Moncada se remontan a la Valencia musulmana aunque no se conocen datos referentes a  su construcción y utilización pero, con la nueva etapa que comenzó con la conquista de Valencia por Jaime I, sabemos que se le dio un tratamiento diferente a las demás del término de la ciudad de Valencia, pues se la califica de Real y se la retiene el monarca, e igualmente, que ya en 1239 llegaba hasta Puçol. En los documentos más antiguos que se conservan no se llama acequia de Moncada sino acequia Real que va a Puçol.
                Esta acequia, al principio poseída y controlada por Jaime I, fue donada por el rey el 8 de mayo de 1268 al conjunto de labradores y vecinos de los pueblos de la huerta que usaban sus aguas para el riego, todo ello sin tener que pagar impuestos por usar el agua. La única reserva que hace Jaime I es la de garantizar el agua para los molinos construidos sobre ella, ya que los molineros si pagaban impuestos por usar el agua.  
                El documento de la donación, escrito en latín, dice así:

Noverint universi quod nos Iacobus, Dei gracia, rex Aragonum, Maioricarum et Valencie, comes Barchinone et Urgelli et dominus Montispesulani, per nos et nostros, damus et concedimus vobis universis et singulis habentibus et habituris castra, hereditates, alquereas et quascumque alias possessiones sub cequia de Muncada in perpetuum, ipsam cequiam que vocatur Real, liberam et francham ab omni serviture et exaccione regali el personali, prout ipsam hucusque tenuistis, et cum cequiis, aqueductibus, alveis, magnis et parvis, factis et faciendis et cum ómnibus aquis inde currentibus, ita que ex ipsa possitis vos et sucessores imperpetuum libere rigare, molere et ex ipsis aquis omnia facere que bobis el utilitati hereditatum et posessionum vestrarum videritis expediré, sine aliqua contradiccione et retencione nostra vel nostrorum et cuiuscumque alterius persone intellectum et utilitatem vestram et vestrorum, non obstante aliquo foro sive statuto facto vel faciendo, in quo nos retinuerimus dictam cequiam.
Concedimus eciam vobis et vestris quos possitis ibi ponere cequiarum sive cequiarios ad voluntatem vestram, qui habeant illam potestatem in illa cequia quam alii cequiarii habent in aliis cequiis regni Valencie in quibus sunt constituti ab hominibus terre et quamcumque aliam quam vos sicut in re vestra eis duxeritis concedendam. Promittentes vobis per nos et nostros nunquam presentem donacionem revocare, impediré vel in aliquo contravenire per nos vel per interpositarn personam, nec peemittemus vos vel vestros super dicta cequia in aliquo molestari seu eciam impediri.
Volumus eciam et per nos et nostros concedimus quod nullus de dicta cequia possit rigare, molere vel aquis inde currentibus uti sine vestra vestrorumque voluntate, salvo tamen semper quod molendina nostra et que pro nobis tenentur ad censum vel certum tributum habeant aquam ad molendum, quam hodie habent et habere consueverunt. Mandantes vicariis, baiulis, iusticiis et aliis officialibus et subditis nostris, presentibus et futuris, quod predictam donacionem sive concessionem nostram firmam habeant et observent et faciant inviolabiliter observari. Quicumque autem contra presentem donacionem nostram in aliquo venerit, iram et indignacionem nostram et penan mille morabatinorum fisco meo applicandam se noverit incursurum. Recognoscimus autem nos habuisse et recepisse a bobis numerando racione dicte donacionis et concessionis quinque mille solidos regalium Valencie.

Datum Valencie, VlIlº idus madii anno Domini millesimo ducentesimo sexagesimo octavo.
Signum Iacobi, Dei gracia, regis Aragonum, Maioricarum er Valencie, comitis Barchinone et Urgelli et domini Momtispesulani.
Testes sunt: Iauzbertus, vicecomes Castrinovi; Berengarius de Entenza, Iacobu de Cervaria, G(uillelmus) de Rochafolío, Ugetus de Angularia.
Signum Bartholomei de Porta qui, mandato domini regis, hec scripsit et clausit loco, die et anno prefixis.
Signum honorabilis Philipi de Vesach, iusticie civitatis Valencie in civilibus, qui, viso dicto privilegio. huic translato auctoritatem suam prestitit pariter et decretum.
Signum mei Iohannis de Pratis. auctoritate regia notarii publici Valencie, domini et scribe scribanie curie civilis predicte civitatis, una cum discreto Petro Navarro, mei connotario, qui in hoc translato auctoritarem dicti honorabilis iusticie eius mandato apposui et scripsi.
Signum mei Iohannis Argent, regia auctoritate publici notarii Valencie ac per totam terram et dominacionem serenissimi domini regis Aragonum, qui presens transumptum a suo originali sumptum et cum eodem diligenter comprobatum, per alium abstrahi seu scribi feci et clausi Valencie loco, die et anno in prima linea dicti transu[m]pti contentis et expressatis.

                Sepan todos que Nos Jaime, por la gracia de Dios, rey de Aragon, de Mallorca y de Valencia, Conde de Barcelona y de Urgel, Señor de Montpelier, por Nos y por los nuestros damos y otorgamos a vosotros todos y a cada uno que tenéis y tendréis castillos, heredades y alquerías y cualquier otra posesión bajo la acequia de Moncada, perpetuamente, aquella acequia llamada Real, libre y franca de toda servidumbre y exacción real o personal, así como la habéis tenido hasta hoy con sus acequias, acueductos, álveos grandes y pequeños, hechos y que se harán, con todas las aguas corrientes de aquella acequia en lo sucesivo: De modo que de aquella podáis vosotros y vuestros sucesores, perpetua y francamente, regar, moler y hacer cualquier cosa de sus mismas aguas que os pareciere ser conveniente y útil a vosotros y a vuestras posesiones, sin ninguna contradicción y retención nuestra y de los nuestros, ni de cualquier otra persona según nuestra inteligencia y de los vuestros, no obstante algún fuero o estatuto hecho o que se hiciere en que nos hubiésemos retenido la dicha acequia: Otorgamos y concedemos asimismo a vosotros y a los vuestros que podáis poner acequiero o acequieros a vuestra voluntad, que tengan la potestad en dicha acequia que tienen los acequieros en las otras acequias del Reino de Valencia, en las cuales son constituidos por los de las nuestras tierras, o cualesquiera otra que vosotros como en causa propia os convendra conceder, dar y otorgar, prometiendo a vosotros y a los vuestros, por Nos y los nuestros, que jamás revocaremos la presente donación, ni la haremos revocar ni embargar, ni contravendremos en cosa alguna por Nos, ni por persona interpuesta, ni permitiremos Nos ni los nuestros seáis contrastados ni molestados sobre la arriba dicha acequia: Queremos igualmente y por Nos y los nuestros otorgamos que ninguno de dicha acequia pueda regar, moler o usar de sus aguas corrientes sin la voluntad de vosotros y de los vuestros, salvando empero siempre que vuestros molinos y los que estan sujetos a Nos a censo o algún tributo, tengan agua para moler como hoy la tienen y han acostumbrado tener, mandando a los vicarios, bailes, justicias, y otros oficiales y sustitutos nuestros, presentes y futuros, tengan por firme esta donación o concesión y la observen y la hagan observar inviolablemente. Y si alguno contraviniese en cosa alguna sobre la presente donación nuestra o concesión incurra en la ira e indignación nuestra y en la pena de mil morabetinos aplicados a nuestro fisco, y sea visto haber incurrido.
                Reconocemos empero haber habido y recibido de contado de vosotros por razón de la arriba donación dicha y concesión cinco mil sueldos de moneda valenciana.
                Dada en Valencia en ocho de mayo del año de la Natividad de Nuestro Señor Dios Jesucristo de mil doscientos sesenta y ocho.
                Signo de Nos Jaime, por la gracia de Dios rey de Aragon, de Mallorca, de Valencia, conde de Barcelona y de Urgel y señor de Montpelier

                Desde que toma el agua por el margen izquierdo del rio Turia, en su km. 281,5, mediante un azud en el término de Paterna, discurre por la huerta a lo largo de 33 Km., llegando, en el término del Puig, a un paraje conocido como les Llengües, en el que se bifurca hacia las tierras del Puig y de Puçol, última demarcación de riego. Antes de llegar a Puçol cruza mediante un sifón el barranco de la Calderona y tras derivar por la izquierda la acequia de la Barraca, atraviesa por debajo del casco urbano y concluye su recorrido en el límite con las tierras de Sagunto.   




                Este partidor existió desde época islámica, conocido ya en época cristiana como les Llengües, fue durante siglos la única obra resistente y peculiar en la zona de un canal que era todo él de tierra.
                Aparece perfectamente descrito en el Libro de Ordenanzas de la Real Acequia de Moncada, encuadernado en pergamino en el año 1758, en el Capitulo 469…

  … a diez y ocho brazas de la última boquera está la tandera del Puig, entran en ella dos filas de agua, estando abiertos todos los agujeros corrientes; tiene nueva palmos de ancharia; la tandera de Puzol tiene once palmos y medio de ancharia y el tallamar que los divide tiene cuatro palmos y medio de alto, y de ancho un palmo. A la parte de abajo la del Puig tiene cuatro palmos de enlosado con encage de partidor, y por delante dos palmos de enlosado; y la de Puzol está en dicha conformidad. En medio de las tanderas hay un rastrillo con seis piedras de ocho dedos de ancho. 


Ordenanzas de la Real Acequia de Moncada y comentarios históricos. Javier Boronat editor. Valencia 2004
● HUICI MIRANDA, Ambrosio, CABANES PECOURT, Mª Desamparados. Documentos de Jaime I. Anubar. Valencia. 1976 - 1988
OLMOS CANALDA, Elías. Inventario de los pergaminos del Archivo Catedral de Valencia. Arzobispado, Diputación y Ayuntamiento de Valencia. Valencia. 1961

GUINOT RODRÍGUEZ, Enrique. Coord. La Real Acequia de Moncada. GV. Valencia. 1999 

sábado, 19 de septiembre de 2020

1812 ca. CROQUIS DE MURVIEDRO Y PUEBLOS DE SUS INMEDIACIONES



Escala ca. 1:50.000
Publicación: ca 1812
Mapa manuscrito, coloreado a la acuarela en gris, carmín y bermellón, montado sobre tela ; 70,6 x 48,5 cm
Comprende la zona entre Sagunto, Rafelbuñol, Nules, Alfara y Algimia, con la Sierra de Espadán
Relieve representado por sombreado
Sello del Estado Mayor. Segundo Exercito

Aparece grafiado Picallo, Vall de Jesús, Pusol, Hostalets, Carretera Real a Cataluña así como la distancia de tres leguas a Valencia.




● Cartoteca del Centro Geográfico del Ejército. Colección: SG — Signatura: Ar.G-T.3-C.2-244



lunes, 14 de septiembre de 2020

1776. EL JARDÍN BOTÁNICO DEL PALACIO DEL ARZOBISPO



                Es de todos sabida la existencia en nuestro pueblo, hasta hace algunos años, de un palacio que fue utilizado por los arzobispos de la sede valentina como palacio de recreo y residencia temporal dada la cercanía a la capital y la benignidad del clima. El palacio propiamente dicho ocupaba parte de lo que hoy es plaza de San Juan de Ribera y sus jardines estaban limitados por un muro de cerramiento que se conserva hasta nuestros días y que ha sido acertadamente restaurado recientemente.
Estos jardines pasaron por diversas vicisitudes a lo largo del tiempo, ya que en un principio cumplieron la misión propia de cualquier residencia de este tipo, esto es, para uso y disfrute de los residentes en el palacio. Posteriormente fueron ampliados y convertidos, como veremos, en un verdadero Jardín Botánico de aclimatación, precisamente en unos tiempos en los que el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia no pasaba por sus mejores momentos. Finalmente fue desmantelado y sus terrenos convertidos en campos de cultivo probablemente propiciado, entre otros motivos,  por la creación del actual Jardín Botánico de Valencia.
Veamos pues, cual fue la necesidad de un Jardín Botánico y su evolución.
La cátedra de Simples o Botánica Medica, también conocida como d'Herbes o Vespres, fue, junto con la cátedra de Anatomía la que aportó el gran prestigio que tuvo la Facultad de Medicina de Valencia en los siglos XVI y XVII.
El titular de esta cátedra, además de explicar conocimientos teóricos, impartía a los futuros médicos los conocimientos prácticos necesarios para que, mediante excursiones para herborizar, llegasen a conocer las distintas hierbas medicinales. Las Constituciones de 1611 del Estudi General de la Insigne Ciutat de Valencia prescriben que haja de exir per temps de trenta dies fora la presente ciutat per les muntayes e altres parts .....per a mostrar als estudiants la cognicio de les herbes .... e perque tinga compte ab hun ort en lo qual se planten les herbes que a d’aquell parexeran necessaries ...Estas excursiones se hacían regularmente por el barranco de Carraixet, barranco de Torrente, la Murta, Picaltejo y a otros sitios que era costumbre por la abundancia o rareza de dichas plantas. Además de estas salidas los alumnos complementaban las enseñanzas prácticas en el pequeño huerto o Jardín Botánico donde se cultivaban aquellas hierbas más raras y menos conocidas.
Este huerto o Jardín Botánico, que fue el primero de carácter universitario en España, había sido creado en 1567 a instancias del catedrático de la materia, Juan Plaza, aunque entonces no era más que un pequeño huerto donde se cultivaban las hierbas medicinales.
Este jardín no debió persistir mucho tiempo ya que el catedrático de la materia entre 1623 y 1635, Gaspar Pons consiguió en 1633 que se abriera un nuevo Jardín Botánico en el huerto del Hospital de San Lázaro, en la calle Sagunto. Estaba a cargo de un jardinero y regido por una Junta Administradora.
En abril de 1684 el catedrático Gaudencio Senach consigue ser nombrado único responsable del hort de les herbes medicinals, adquiriendo también en la calle Sagunto una casa con su huerto y también parte de un huerto contiguo situados ambos frente al colegio de San Pedro Nolasco.
Un memorial de la Real Sociedad Económica de Amigos del País fechado el 20 de junio de 1796 solicitaba a la ciudad la cesión de terrenos para la creación de un jardín botánico aduciendo..... de que en el Reyno solo hay un modelo en la Casa de la Mitra de la villa de Puzol...  Esta propuesta parece que se llevo a cabo en 1798 con la creación de un jardín en la Torre de Santiago que tenía una huerta aneja situada junto a la Alameda.
Finalmente en 1802 se crea, por el rector de la Universidad, Vicente Blasco, el actual Jardín Botánico de la Universidad de Valencia en el llamado Huerto de Tramoyeres en la C/ Cuarte Extramuros. Su primer director fue el catedrático de Botánica de la Universidad, Vicente Alfonso Lorente y Asensi.
Esta es sucintamente la evolución del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia que llega hasta nuestros días.

Por lo que respecta al jardín del palacio, no fue hasta la llegada a la diócesis valentina del arzobispo ANDRÉS MAYORAL ALONSO DE MELLA, que la rigió desde 1737 hasta 1769, cuando se enriqueció, con la aportación de una gran cantidad de especies vegetales, lo que había sido hasta entonces el modesto jardín de la residencia de los prelados.
Es precisamente Vicente Alfonso Lorente, que se había formado en sus tiempos de estudiante en el jardín de Puçol el que nos proporciona noticias de la ampliación del jardín… 

                      … hemos de considerar todo el huerto dividido en tres partes o jardines ….. el del centro es el huerto antiguo de la Mitra, y en él mandó plantar el señor Mayoral varios naranjos y limoneros; el de la parte norte lo adquirió el señor Mayoral, y lo destinó para hortalizas y árboles; y el de la parte del mediodía, que es el botánico, parte de su terreno lo adquirió también el señor Mayoral, y destinó igualmente para naranjos, y otros árboles de agrios de los cuales aún existen algunos; pero otra parte mucho mayor la adquirió y añadió en 1777 dicho Excmo. Sr. Fuero con idea de la formación de un Jardín Botánico…. todo a sus expensas sin perdonar gastos para la adquisición de plantas y semillas indígenas y exóticas…

Sin embargo, fue su sucesor, el arzobispo FRANCISCO FABIÁN Y FUERO, que ostentó la sede desde 1773 hasta 1794 su verdadero impulsor, ya que en 1776 creó un Jardín de Aclimatación al que dotó con 14.000 pesos. El arzobispo Fabián y Fuero aprovechó la circunstancia de que anteriormente a ser nombrado arzobispo de Valencia había sido obispo en Puebla de los Ángeles, Nueva España (Méjico) desde 1762 a 1772, lo que le brindó los contactos necesarios para hacerse enviar desde su anterior diócesis en Puebla, directamente a su jardín de Puçol, una gran cantidad de semillas y plantas americanas que eran aclimatadas y cultivadas en el jardín.
Entre estas plantas llegaron a nuestro continente en 1778, entre otras, el cacahuete, la chirimoya y la papaya. También llegaron desde el Real Jardín Botánico de Madrid semillas de plantas, varias especies de ruibarbos, distintas variedades de arroz chino, jengibre y cedro del Líbano para que fueran aclimatadas en el jardín.

Cacahuete Arachis hypogaea L.
Chirimoya Annonna cherimola Mill.

Papaya Carica papaya L.

Los cajones con semillas llegaban a Puçol y el responsable del jardín acusaba recibo al de Madrid y posteriormente se mandaba puntual noticia de los diversos resultados alcanzados en la aclimatación y otras circunstancias botánicas al director del Real Jardín Botánico de Madrid por los responsables del jardín de Puçol.
Fue director del jardín el religioso capuchino Fray Constantino de Castellote, que había sido maestro del que posteriormente fue catedrático de Botánica y director del Jardín Botánico de Valencia, Vicente Alfonso Lorente, que confesaba que gran parte de sus conocimientos se los debía al religioso. Fray Constantino, cuyo nombre era Joaquín Trullench, había nacido en Castellote en 1721 y murió en Valencia en 1789.
A raíz de unas oposiciones para ocupar la cátedra de Botánica en la Universidad de Valencia en las que Lorente denunció irregularidades, publicó unos folletos, en uno de los cuales manifestaba donde, como y con quien adquirió sus conocimientos de botánica…

… es verdad, y lo confieso con tanto gusto como agradecimiento, que gran parte de lo poco que sé en esta materia, lo debo a este acreditado profesor (Tomás Manuel Villanova Muñoz y Poyanos), y a la lección de sus libros que me franquea; pero también soy deudor de iguales favores al M.R. Fr. Constantino de Castellote, religiosos capuchino, cuyo notorio crédito en esta materia le ha merecido la dirección del magnífico Jardín Botánico, que para alivio de los pobres, e instrucción de los que quieren dedicarse a este estudio, tiene plantificado en Puzol nuestro Exmo. E Ilmo. Señor Arzobispo. 

Contrariamente, el botánico Antonio José Cavanilles, que visitó el jardín en marzo de 1792 durante el viaje que realizó por el Reino para escribir su obra Observaciones sobre el Reino de Valencia, publicada en Madrid en 1797, lo critica duramente diciendo que…

…el buen capuchino tiene reputación de botánico, pero en lo poco que lo traté, conocí que era pura gracia; pues tomaba por sidas la malva vitifolia; por salvia la budleya globosa; y no sabía que cosa era el usteria scadens, que es planta vivaz. Ya es duro alcanzar para zamponas dixe yo para mi capote al ver las canas del buen padre, y su aire de profesor con interior de aprendiz….

Junto a Fray Constantino trabajaron en el jardín el boticario Pedro Chicano y los jardineros Pedro Redondo Portillo y a partir de 1784, Manuel Peris. También ayudaba en los trabajos el hortelano Juan Coll.
Pedro Chicano y Manuel Peris fueron los corresponsales del Real Jardín Botánico de Madrid en 1783 y 1784 respectivamente. La correspondencia intercambiada consta de 26 cartas, datadas entre los años 1783 a 1788, entre las que figuran una del propio arzobispo, otra de su jardinero Pedro Redondo Portillo y las 24 restantes firmadas por su sucesor, Manuel Peris.
De estas experiencias en aclimataciones y cultivos se obtuvieron siempre magníficos resultados a lo que contribuyó, sin duda, el inmejorable clima, la calidad del suelo y el buen hacer de los encargados de los cultivos.
Uno de estos envíos, remitidos por el obispo de Puebla a Puçol, sufrió un percance que le cuenta el jardinero del Jardín Botánico de Puçol, Manuel Peris, a Casimiro Gómez Ortega, primer botánico del Jardín Botánico de Madrid, en una de las cartas que intercambiaban, fechada en mayo de 1785…
 
….los ingleses en esta última guerra presaron cerca de la Avana una embarcación que traía un caxón de simientes remitidas por el obispo de la Puebla para este jardín; llevaron la presa a Londres, donde se hallaba un inglés que había estado en esta ciudad algunos meses, noticioso de la presa y de que en ella había un caxón rotulado para el secretario del señor arzobispo de Valencia, pidió el caxón diciendo que eran simientes de hierbas medicinales para dicho jardín, la respuesta fue entregar el caxón diciendo que los ingleses no asian la guerra a las ciencias; el inglés lo dirigió a Holanda, de allí pasó a Málaga de donde nos avisaron para que se condijese a valencia, en estos rodeos pasaron dos años, se sembraron, y de ninguna remesa nos ha nasido tantas como de esta….

                Ante el grave problema planteado por la insalubridad que acarreaba el cultivo del arroz en tierras valencianas, el director del Jardín Botánico de Madrid, Casimiro Gómez Ortega, que había trabajado en nuestro jardín desde fechas muy cercanas a las de su fundación, había solicitado y obtenido de la Real Sociedad londinense semillas de un arroz chino de secano cuyo cultivo se había ensayado sin éxito en distintos países europeos, ya que nació y vegetó más o menos bien pero en ninguno llegó a fructificar. Para ello recurrió al jardín de Puçol…

solo en el de Puçol se consiguieron muchas y bien lozanas espigas de los pocos granos que cuidé de enviar à aquel Ilustrísimo Señor Arzobispo, que en su jardín Botánico de Puzol lo mandó sembrar, y mediante la benignidad del clima ha conseguido la satisfacción de recoger una buena cantidad de grano, que no solo podrá multiplicarse en aquel Reyno con inmensa utilidad de sus habitantes, sino también en otras Provincias y climas de Europa….
       
De los resultados obtenidos se vio que producía bien aunque no rendía tanto como el de agua continua y además se podían conservar las moreras para beneficio de la industria de la seda, circunstancia que no era posible con el de agua continua. En vista de ello se distribuyeron semillas entre los arroceros a condición de que no lo plantasen en agua continua aunque no hicieron caso y lo plantaron en agua, sacando más provecho que con el arroz del Reino.
En el Jardín Botánico de Puçol fueron aclimatas numerosas plantas, muchas de ellas americanas, encontrándose, entre otras, la chirimoya, la papaya, el cacao, diversas especies de yucas, el guayabo, el jengibre, la hierba Luisa, el arroz chino de secano y el árbol del coral.
Además de la aclimatación de plantas exóticas, también sirvió el jardín para la enseñanza de la botánica a cuantos estudiosos lo visitaron y para el cultivo de plantas medicinales. Allí se reunieron casi todas las hierbas medicinales de las que hablan Dioscórides y Linneo, que, una vez aclimatadas, se cuidaban con esmero.

...embeleso de los naturales y estrangeros, haciendo traer a toda costa del Asia y Africa un grandísimo número de plantas peregrinas y yerbas medicinales, que cultivadas por botánicos inteligentes, proporcionaban medicina a todos los pueblos inmediatos a cuyo efecto estableció un precioso gazofilacio, pagando á un profesor para que las distribuyese graciosamente á los pobres que se presentasen con certificaciones del médico. Así mismo añadió al palacio viejo la obra nueva que en ñel se vé, abriendo comunicación para él, desde el mismo palacio por medio de un arco y construyo la hermosa galería que domina el jardín y a una gran parte de la huerta, y del mar y forma un punto de vista encantador… (Especies perdidas tomo XV fol. 37r y 37v)

El arzobispo JUAN FRANCISCO XIMENEZ DEL RÍO, que ocupó el cargo desde 1796 a 1800, amplió extensamente el huerto, que llegó a tener una superficie de 26 hanegadas.
  
…este jardín lo aumento muy considerablemente añadiéndole varias cahizadas de tierra y añadió con una grande huerta cercada de pared á cal y canto cuyo costo se hace subir a cuarenta mil pesos y mandando conducir todos los árboles frutales que de las mejores especies y calidades tenía noticias hubiese dentro o fuera de la Diócesis……(Especies perdidas tomo XV fol. 216r)

Su sucesor, el arzobispo fray JOAQUÍN COMPANY Y SOLER que rigió la sede desde 1800 a 1813, aumentó considerablemente la colección botánica del jardín con plantas procedentes de las islas Filipinas que hizo traer a sus expensas.
De allí llegó a nuestro jardín el Diospyros lotus o Ébano loto, que producía un fruto semejante al caqui  Diospyros kaky, pero más dulce y sabroso, con una agradable astringencia, de forma esférica con unos dos cm. de diámetro.
En su tiempo se hizo el magnífico parral …

… que estaba adornado con muchos y muy costosos tiestos o macetas de flores y construyó además una noria que por medio de una figurada fuente de seis caños o grifos de metal conducía el agua a dos estanques que al mismo tiempo que contenían una gran numero de varios peces de diferentes colores proporcionaban el riego a muchas plantas que no podían regarse con la acequia por venir muy profunda y surtía al mismo tiempo a dos baños fabricados bajo el hueco de la escalera que comunica con la habitación o sala principal…(Especies perdidas tomo XV fol. 216r)



Este es el lugar donde estuvieron la noria y los dos estanques. Pueden apreciarse., bajo la desaparecida escalera de acceso al piso superior, los azulejos de los dos baños. 

También en nuestro jardín le fue ofrecida una magnífica comida al mariscal Suchet y su séquito, que alabaron su hermosura y lo calificaron como el mejor en su línea, no solo de España, sino de toda Europa. El militar francés había tomado Valencia en enero de 1812 y había sido nombrado Duque de la Albufera.

El arzobispo VEREMUNDO ARIAS TEIJEIRO, que ocupó la sede desde 1815 a 1824, no aumentó la superficie del jardín pero tuvo cuidado en conservarlo y mantenerlo en perfecto estado, ya que se había preservado sin daños durante la guerra de la Independencia a pesar de haberse librado en el pueblo la que se conoce como la batalla de Puçol.

Bajo el mandato del arzobispo SIMÓN LÓPEZ GARCÍA que ocupó la sede desde 1824 a 1831, tuvo lugar, en el año 1825, el desmantelamiento del Jardín Botánico. El prelado se dejó llevar de consejos que le persuadieron de que…

… aquel jardín era de mero lujo y que ocasionaba muchos gastos para su cultivo, cuidado  conservación y que sería más conveniente quitarle la forma de jardín y reducirlo a huerto, como lo restante añadido por el Seños Ximenez del Rio que o bien puesto en arriendo o en cultivo pudiera producir trigo, zevada o maíz en beneficio de los pobres….. se arrancaron no solamente tantos arboles exóticos que tantas expensas y cuidados habían costado a sus predecesores, sino también todas las yerbas medicinales que contenía…..por casualidad quedaron y se conservan algunos chirimoyos que por estar arrimados a la pared y no perjudicar para la siembra de la cebada o maíz los perdonó la destructora….. la misma suerte sufrió la noria que se deshizo y se vendieron los yerros y demás que pudo utilizarse para hacer limosna a los pobres y lo mismo sucedió con los conductos y cañones de metal que servían para el surtido de los dos estanques y riego de las plantas….    todo fue al traste  y el que esto escribe tubo el dolor de ver plantados dos albérchigos en el lugar que ocupaban los hermosos peces y contribuyó para que desde luego se quitasen, se desenterrasen los estanques y se le volviese a llenar de agua y poblarse nuevamente de peces….. pero baste de tan triste digresion (Especies perdidas tomo XV fol. 217r y 217v)

Es Manuel Lucia Mazparrota, último de los autores del ingente trabajo archivístico Especies Perdidas,  el que se lamentaba de esta manera de la destrucción del jardín, precisamente cuando sus ejemplares eran magníficos monumentos vegetales, muchos de ellos centenarios.
A partir de este momento fue decayendo aunque a principios del siglo XX todavía llamaba la atención por la gran variedad de frutales y por sus caminos sombreados por frondosos parrales que producían uvas de todas clases.



Había un árbol, que nunca fue clasificado, conocido popularmente entre los vecinos de Puçol como el arbre dels patets por dar unas flores muy parecidas a patitos, de color rojo y sin aroma, de unos seis centímetros de largo.



BALLESTER OLMOS, José. El jardín valenciano. UPV. Valencia. 1998
BASANTE POL, Rosa María; CASTILLO TELLO Maria Mercedes. La correspondencia dirigida a D. Casimiro Gómez Ortega, desde Valencia en el periodo comprendido entre 1783 – 1788. Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia. 1982. junio, nº 130
● CAVANILLES PALOP, Antonio José. Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia.  Madrid. 1797  pp [137]
CARRASCOSA CRIADO, José. Elementos para el estudio histórico de la jardinería valenciana. Hijos de Vives Mora. Valencia. 1933
DUFOUR, León. Souvenirs d'un savant français. A travers un siècle, 1780 – 1865, Science et historie. J. Rothschild. Paris. 1888
● ESCRIG FAYOS, Rafael. Puçol. Aproximación a su mundo vegetal. Pasado y presente. Valencia. 1985
● GÓMEZ ORTEGA, Casimiro. Instrucciones sobre el modo más seguro y económico de trasportar plantas vivas…Joaquin Ibarra. Madrid. 1779
JANINI JANINI, R. Principales impulsores y defensores de la riqueza agrícola y ganadera valenciana durante la segunda mitad del siglo XIX. Hijos de F. Vives Mora. Valencia. 1923
● PAHONER, Juan. Recopilación de especies sueltas perdidas pertenecientes a esta Santa Iglª. Metropolitana ……escritas desde 1756 hasta nuestros días. ACV. Tomo XV
● PUERTO SARMIENTO, Francisco Javier. La Ilusión quebrada. Botánica, Sanidad y política científica en la España Ilustrada. Ediciones del Serbal. Barcelona. 1988 
● PUERTO SARMIENTO, Francisco Javier. Jardines de aclimatación en la España de la Ilustración. Ciencias 68, octubre-diciembre 2002, pp.30-41
● RODRÍGUEZ GARCIA, Aurora. Historia de los jardines valencianos. Marí Montañana. Valencia. 1996
● SENDRA MOCHOLI, Cristina. La botánica valenciana a finales del periodo ilustrado (1787 – 1813). Tesis doctoral. Valencia. 2003   PDF
● SENDRA MOCHOLI, Cristina. La enseñanza de la botánica en la Valencia del último tercio del siglo XVIII. El caso de Vicente Alfonso Llorente y Asensi. (1758-1813). Cronos I. Cuadernos valencianos de Historia de la Medicina y de la Ciencia (1988) pp. 113-133
● SENDRA MOCHOLI, Cristina. La aclimatación de plantas exóticas en el jardín botánico de Puçol a finales del siglo XVIII. Actas Trobades de historia de la ciencia y de la técnica. Roquetes. 1998                
● SENDRA MOCHOLI, Cristina. El jardín botánico de Puçol (1777 – 1824) Un jardín botánico del último tercio del siglo XVIII. Cronos III. Cuadernos valencianos de Historia de la Medicina y de la Ciencia pp. 93-114



               




miércoles, 9 de septiembre de 2020

CHRISTUS PATIENS Y DOS ÁNGELES.

CHRISTUS PATIENS Y DOS ÁNGELES.

Bajorrelieve de madera del siglo XVI.
46 x 35 cm.

                Esta representación de Cristo crucificado se designa con la expresión latina Christus patiens (resignado) y se representa muerto, con la voluntad totalmente vaciada (kénosis), la cabeza inclinada, el rostro con expresión serena, los ojos cerrados y el cuerpo arqueado, mostrando las cinco llagas.

                El arzobispo Enrique Reig Casanova tomó posesión del arzobispado de Valencia en 1920 y, tras la primera visita pastoral que hizo por los pueblos de diócesis valenciana, comprobó el lamentable estado de conservación y ubicación de numerosas obras de arte en las parroquias.
                Se propuso recuperar aquellas obras de arte susceptibles de desaparecer en manos de anticuarios que tentasen con sus ofertas a los párrocos que las custodiaban y con todas ellas creó el Museo Arqueológico Diocesano, situado una planta del palacio arzobispal de Valencia, que fue inaugurado por el arzobispo Reig el 31 de diciembre de 1922.
                Las iglesias no perdían la propiedad de las obras, ya que en el museo estaban en depósito para mejorar su estado de conservación. Allí permanecieron las obras hasta julio de 1936 en el que el mencionado palacio fue saqueado e incendiado, pudiéndose salvar algunas obras que fueron sacadas por las ventanas recayentes a la calle Avellanas, que se depositaron en diferentes dependencias. Tras la guerra civil el museo fue reorganizado y abierto de nuevo al público el 10 de marzo de 1959 en dependencias del antiguo Seminario de la calle Trinitarios.
                Esta obra figura en el Catálogo del Museo de Antonio Barberá Sentamans, conservador del museo, editado en 1923, con el número 121: PUZOL: Bajorelieve de madera, Jesús y dos ángeles, 46 x 35 y también en la obra de Elías Tormo y Monzó, Valencia: los museos: guías-catálogo, publicado en Madrid en 1932 con el nº 121 talla en relieve de Cristo Patiens, procedente de Puzol, de finales del siglo XV.   
                En la Tesis Doctoral de Remedios Moril ValleLa gestión del patrimonio artístico de la iglesia. Los museos y colecciones museográficas de la diócesis de Valencia, publicada en 2008, figura en la pág. 413: Cristo Patiens y dos ángeles.
                Restaurado por la UPV, Se conserva actualmente en el Palacio Arzobispal de Valencia.




● BARBERA SENTAMANS, Antonio. Catálogo descriptivo del museo arqueológico diocesano de Valencia. Imp. Sanchis y Torres. Valencia 1923

● MORIL VALLE, Remedios. La gestión del patrimonio artístico de la iglesia. Los museos y colecciones museográficas de la diócesis de Valencia. Tesis Doctoral. Universidad de Valencia. 2008

TORMO Y MONZÓ, Elías. Valencia: los museos: guías-catálogo Madrid : Centro de Estudios Históricos, Fichero Artístico Nacional, 1932.  

NUESTRAS CALLES. CARRER BLASCO IBAÑEZ

Empieza en el C/ Mallaeta y termina en el C/ Terol.   En sesión plenaria celebrada el 29 de enero de 1959 por el Ayuntamiento de Puçol...