martes, 31 de agosto de 2021

1520–1610. PEDRO MUÑOZ Y EL HALLAZGO DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA AL PIE DE LA CRUZ

 


La primera noticia publicada acerca del venerable Pedro Muñoz y el hallazgo de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz la tenemos en 1591 en la obra de fray Felipe Guimeran, Breve historia de la Orden de Nuestra Señora de la Merced de Redempcion de cautivos christianos y de algunos santos y personas illustres della, publicada en Valencia. En esta obra, hablando del “milagroso descubrimiento de la sagrada imagen de Nuestra Señora del Puche”, refiere otro caso: …y aun en nuestros días me consta de un siervo de Dios, a quien no sin milagrosos indicios se le declaro estar cierta imagen enterrada no lexos de su abitacion…”. Se refiere al milagroso hallazgo de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz por Pedro Muñoz, aunque no menciona de forma explícita ni su nombre, ni la imagen enterrada. Hay que tener en cuenta la fecha de la publicación del libro, solamente veinte años después del hallazgo y viviendo todavía Pedro Muñoz.



La noticia más completa y fidedigna acerca de Pedro Muñoz y su descubrimiento nos la proporcionó Francisco Planes, presbítero nacido en Puçol en 1595. De los detalles acerca de este texto queda constancia en la obra escrita por Joseph Vicente Orti y Mayor el año 1747, Vida de el venerable hermano Pedro Muñoz, y descubrimiento de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de el Pie de la Cruz, venerada en la iglesia parroquial de la Villa de Puzol, donde en la página tres podemos leer:

 

En aquel (archivo parroquial) existe la Historia de la Santa Imagen de el Pie de la Cruz la que dexó referida, y firmada de su mano el Licenciado Francisco Planes natural de la misma Villa, que siendo Cura del Lugar de Canet se retiró á Puzol con sus hermanos para vivir baxo la protección de este Santo Simulacro en el año 1647. y agradecido de aver quedado libres de el furioso contagio de la peste, acabó de componer su Historia en el año de 1649. Pero no se imprimió, y quedó solo manuscrita en un libro en quarto, cuyas noticias avia tenido por las que le dieron sus Padres y Abuelos, y las que eran corriente voz, y opinión bien recibida, sin contradicion de las personas que existían en Puzol de mayor edad, y crédito, que las bastavan para calificarlas como ciertas. De la traslación de la Santa Imagen à la Iglesia Parroquial en donde aora se venera, fue testigo de vista, y dize que asistieron el Excelentisimo, y Venerable Señor Patriarca Arzobispo, y el Ermitaño Pedro Muñoz. Esta relación de Mosen Francisco Planes la continuó en el mismo libro, por afectuoso hijo de dicha Villa, el Dr. Isidoro Planes…

 



                 En el libro impreso en Valencia en 1631 escrito por fray Francisco Boil, titulado Nuestra Señora del Puche, cámara angelical de Maria Santísima, refiere en el capítulo I, página 33 de su libro, hablando de la llegada del apóstol Santiago a España, menciona el descubrimiento de la imagen, aunque yerra en el año del descubrimiento y en el material del que está hecha la imagen.

 

…no ayuda poco, a mi ver, el nuevo descubrimiento que se hizo por los años de 1615 en este termino de la villa del Puche, siendo arzobispo el venerable señor don Juan de Ribera Patriarca, le fue revelado a un siervo de Dios llamado Hermano Muñoz, el lugar donde estaba enterrada una imagen antiquísima, que siendo hallada se aplicó por su Ilustrissima a la Iglesia de Puzol. Es la imagen labrada en piedra, y a los dos lados tiene el Apostol san Pedro y al Apostol Santiago… 






En el libro manuscrito titulado Historia de la cartuja de Ara Christi, del fraile cartujo Juan Bautista Giner y Aragón escrito en el año 1664 podemos leer en la página 16 y siguientes:

 

… Pedro Muños natural del dicho lugar de Puçol, Hermitaño que fue en una hermita que tienen los Padres Cartuxos del Real Convento de Val de Christo que se llama de San Julian y esta junto a dicha Cartuxa. A este santo varón le estimo y venero tanto el dicho Sr. Patriarca Don Juan de Ribera, que en el retablo maior de su gran seminario mando pintar la Cena de Christo nuestro Redemptor; como tan devoto del Santísimo Sacramento y en ella mando al pintor retratase al vivo a este santo hermitaño como oy se ve en lugar de San Andres Apostol tanto le estimava por su rara santidad y en particular por una sensilles Columbina que gozava, que parecía no avia pecado en toda su vida tanta era su bondad. Era este santo varón tan favorecido de la Virgen Nuestra Sra. que le apareció una noche y le dixo: que una imagen suia que estava debaxo tierra en un montesico que los vecinos de aquellos lugares llamavan el Cabesol; la fuese a buscar y la sacase para que fuese reverenciada y el lo hizo, y cabando algunos días por servir y obedecer a la Virgen no la podía allar, i permitió Dios que estaban allí cerca unos criados desta Cartuxa labrando unas tierras al lado de dicho montesico, se compadecieron del venerable viejo, y cavaron adonde el se avia dexado y la  allaron y se la entregaron con notable regosixo de todos y mas del Siervo de Dios, y començaron de nuevo a venerarle por Santo. Esta Santa Imagen se la llevó a su casa, y la tuvo en su aposento en dicho lugar de Puçol, obrando Dios por ella muchos milagros y entre todos uno mui ordinario y era que mientras la tuvo el Siervo de Dios en su Casa, todas las veces que se aparecian nuves amanaçando alguna ruyna en los frutos, luego acudían a su Casa a que sacase la Santa Imagen y rogase por ellos y el santo la sacava a la ventana y se arrodillaba delante de ella rogándole que intercediese con su hijo para que no les castigase y luego se deshazian las nubes milagrosamente dando todos gracias a Dios y a la Virgen por el fabor y también a su siervo que por las oraciones les avia librado del castigo de Dios y les faborecia con tantos milagros.

Esta imagen pareciéndole al Siervo de Dios que no era digno de tenerla en su Casa la entregó a la iglesia parrochial del dicho lugar de Puçol, donde se le labró una buena Capilla y esta mui venerada con titulo de Nuestra Sra. del Pie de la Cruz obrando Dios por su intercesión muchos milagros. Ultimamente murio dicho Siervo suyo Pedro Muños y el dicho Sr. Patriarca le mando enterrar en la Iglesia de su Seminario junto a la puerta de la Sacristia venerándole por santo…

 

Este texto, que narra sucintamente la vida de Pedro Muñoz y el descubrimiento de la imagen de la Virgen, difiere notablemente de la realidad en las líneas que aparecen subrayadas. Así pues, vemos cómo a Pedro Muñoz se le revela la situación de la imagen enterrada mediante una aparición de la Virgen y no con la visión de la caída de las cinco estrellas. Cuantifica el trabajo de Pedro Muñoz de cavar en busca de lo enterrado en varios días cuando realmente fue un solo día y en cuanto a los criados, dice que lo eran de la Cartuja, cuando en 1570 era una alquería propiedad del inquisidor Cristóbal Roig, ya que la Cartuja no se fundó hasta el año 1585. Dice que estos dos criados cavan donde lo había dejado Pedro Muñoz compadecidos de su penoso trabajo cuando en realidad lo hicieron a escondidas creyendo que encontrarían algún tesoro enterrado y al encontrar la imagen no se la entregaron a Pedro Muñoz con general regocijo sino que hubo que forzarles a entregarla. Finalmente, cuando Pedro Muñoz entrega la imagen de la Virgen a la iglesia de Puçol es colocada en un nicho encima de la puerta de la sacristía, y no se le labra una capilla hasta que se construye la nueva iglesia años después.   

 


En el año 1697 se publica en Valencia la obra Segunda Peregrinación del dotor D. Pedro Cubero Sebastián, Misionero Apostólico del Asia, y Confesor General [...] en la que en los fol. 167-8 podemos leer:

 

Me ha parecido no ser fuera de propósito en este lugar hacer memoria de la milagrosa y antiquísima imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz, que tan devotamente es frecuentada de los fieles en la iglesia parroquial de Puzol, lugar que dista un cuarto de legua del Puche por ser semejante la manifestación de esta a la que he contado de la del Puche, habiendo también sido hallada en su mismo término. La materia es una tabla de alabastro, su altitud un palmo y más de tercio y la latitud un poco más de un palmo. La imagen de la Virgen, de medio relieve, entera, su postura sentada al Pie de la Cruz y con los brazos cruzados delante el pecho mirando a su hijo Jesucristo que se le tiene en el regazo. Acompañan a la Virgen dos imágenes enteras del apóstol San Pedro y Santiago, puesto cada uno sobre su columna. Háse discurrido y no sin fundamento ser hechura de los fieles de la primitiva iglesia escondiéndola en el año 714 de la pérdida de España para que los árabes vencedores no triunfasen insolentes destrozándolas como habían hecho de otras Santas Imágenes. El año 1570 por medio de cinco estrellas que cayendo del cielo se escondían sobre la eminencia de un montecillo llamado Cabeçol que está situado en el término del Puche le fue revelado ser aquel el lugar donde estaba enterrada la imagen de La Virgen al Pie de La Cruz al venerable ermitaño Pedro Muñoz, natural de Puzol, cuyas virtudes acreditaron muchos milagros en vida y muerte y el aplauso común de santidad. Comunicóle muy íntimo el Señor Patriarca de Antioquía y Arzobispo de Valencia don Juan de Ribera y quiso enriquecer su Colegio del Corpus Christi con el depósito de sus reliquias en el año 1610 en que murió de 90 años y siendo hallada dicha Santa Imagen la asignó y aplicó su Ilma. al lugar de Puçol que la venera por su Patrona debiéndole sus habitantes la protección en todas sus necesidades confesando los favores de innumerables beneficios que han recibido y están recibiendo cada día de Dios por medio de la intercesión de esta Santa Imagen y en especial por haberles librado el año 1647 del común contagio de este Reino de Valencia, pues habiendo la ira de Dios casi acabado en todas las poblaciones de este Reino, éste solo lugar no experimentó rigores de la divina justicia pues ni de los naturales ni de los extranjeros que se protegieron en este lugar murió persona del pestilencial contagio

 



                Conocemos el texto que escribió Francisco Planes a través de un libro manuscrito que se encuentra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, escrito en Valencia en el año 1689 por José de Castelví Coloma, con el título Catálogo de todas las Santas Imágenes de Nuestra Señora que dichosamente se veneran en la ciudad, villas y lugares en el Reyno de Valencia con una breve descripción del modo, sitio y Lugares en donde se hallaron y tubieron el origen las Santísimas Imágenes con sus Invocaciones.

                Este autor, para redactar la entrada correspondiente a la Virgen al Pie de la Cruz, se valió de la copia del manuscrito original de mosén Francisco Planes, remitida a mosén Jerónimo Martínez de Vega, vicario del Hospital General de Valencia.

                Este es el texto del manuscrito de Francisco Planes:

 

 (fol 318)                                                    La Virgen del Pie de la Cruz

 

      En el tiempo que el Illmo. Don Juan de Ribera, meritíssimo Arzobispo de Valencia, y digníssimo Patriarcha de Antioquia, vivía y San Luis Bertrán y el Padre Nicolás Factor vivía juntamente en aquel tiempo el hermano Pedro Muñoz, todos mui amigos, y tratándose muy familiarmente y como el hermano Pedro Muñoz era un hombre lego y no podía seguir tan perfectamente la vida como San Luis Bertrán, y el P.e Nicolás Factor determinó de tomar el estado de hermitaño, y dejar su casa y hacienda, el qual era del lugar de Puçol, y este previniendo primero la vendición de sus padres espirituales, se retiró a vida heremítica vistiéndose el Ávito de San Pablo, y como ahora fuese por la devocion que tenía a la Cartuxa, aora fuese por averlo Dios ordenado assí, se fue al Rl. Convento de Val de Christ, el qual es grande por muchos títulos y agradándole el sitio pidió a los Padres y al Prior de el Convento que para su consuelo le hiciesen favor de la hermita de San Julián, que es de los dichos Religiosos. Conque se la otorgaron y se la dieron para su retiro, y quedó dho Padre Pedro Muñoz propiciario de dha casa, sustentándose y alimentándose del comercio y rentas de dha casa, no faltándole cosa que fuese de su consuelo. El tiempo que vibio allí no se save. Y estando en dha hermita ciertos días (fol 319) en oración, alguna vez a la puerta de la hermita, no solo una sino muchas veces vio que del cielo vajavan cinco estrellas de resplandor celestial que señalavan açia el lugar de Puçol y viendo esto muchas veces y no determinándose qué señal sería aquella, y encomendándose al Señor, se fue al Convento de la Vall de Jesús de Religiosos de San Fran. Recoletos, questa mas arriva de Puçol a mano hisquierda yendo a Murviedro, a ocasión que entonces estava allí por guardían el Pe. Nicolás Factor, y fue a verle y comunícale su espíritu, y lo que aquellos días havía visto, y le mandó que se retirase en el monte propio questa arrimado al Convento, que se llama vulgarmente el Picayo, y que se quedase allí algunos días en una hermita antigua que oy se llama la hermita vieja, que está a la mitad de la suvida de dho monte, y que mirase de allí muy bien las estrellas q. vajavan y señalavan. Violo el santo hermitaño muy bien y pudo discernir y descubrir a dónde señalavan las dhas estrellas, que era encima de un monte que se llamava el Cabesol, y oy en día se llama así mesmo. Y se lo dijo al Pe. Nicolás Factor, y le mandó siguiera aquel prodigio. Fue el santo hermitaño, y empeço a cavar en lo mas alto del monte, y estando cavando le vieron dos criados del Convento de la Cartuja de Ara Christi, que estavan travajando en las heredades de dicho Convento, y se quedaron suspensos de ver a aquella ora al Pe. Muñoz cavando. Ya fuese que como era viejo, o que fuese esta la voluntad de Dios, se volvió a Puçol sin acavar de cabar a tomar un refresco, (fol 320) o por otra cosa que le faltava, y como los dhos Mozos vieron que se avia ydo fueron prestos en acudir al puesto, y pensaron no fuese algún tesoro el que buscava el hermitaño enpeçaron a cavar en dicho puesto y ahondaron mas que no el hermitaño y allaron a la Reyna Santíssima, y quedándose atónitos y admirados de tal maravilla la sacaron y tornaron con mucha devoçion, y la trujeron al Convento de la Cartuja o Alqueria de Roig, porque entonzes ni bien era Convento ni bien era alqueria, porque era a los principios de su fundación, y muchos no le llamavan convento sino la Alquería de los Inquisidores Roig.

Con el mucho cuydado que el Padre Muñoz tenía de volver a cabar no podía sosegar en su casa que la tenía propia en aquel lugar de Puçol volvió a toda prisa, a continuar en cavar y ya no vio las cinco estrellas, ni menos la claridad (que al modo sería de noche), antes vien cavado el monte y de diferente modo la tierra de lo que el la avia dexado, y sin reparar en nada, inspirado de Nuestro S., se fue corriendo al convento o alquería, pidiendo a grandes voçes y lágrimas la Santa Imagen que havían allado los Mozos, diciendo que era suia y que Nuestro Señor se lo avía revelado a el, aciéndose mui dificultosos, y el siempre insistiendo con mucho ferbor y lágrimas, dixeronlo al Prior y al Padre que presidía en aquel tiempo y le dijo que si hera suya (como decía) que le diese las señas que tenía, y viniendo bien el santo Pe. Muñoz sin averla visto, dixo, que era una santa Imagen de Piedra Morenita, con título del Pie de la Cruz, que está asentada (fol 321) y tiene a su Hijo encima de las rodillas, del modo que le vajaron de la Cruz, que estava muy dolorosa, y que tenía por más señas que a los lados de la Imagen avía dos pirámides y en el Remate de la una que es la derecha está San Pedro con las llaves, y en la otra pirámide de la mano hisquierda está Santiago con su bordón y esclavina, a modo de peregrino, y añadió mas, que por mas señas que los mozos quando cavaron fueron con tan poca reverencia, que le rompieron un pedacito de la mano derecha de la parte de la esquina del braço, y viendo las señas que dava, sin averla visto, y que no faltava en cosa determinaron de dársela y entregándosela de buena gana hoy en día está en la Iglesia de el lugar de Puçol con las mesmas señales. Llevola el santo hermitaño a Puçol, y la depositó en su casa en un nicho de una pared, fue todo el lugar a verla, y hacía muchissimos milagros, y prodigios, dixéronlo al P. Patriarcha, y le dixo al Sto. hermitaño que sería mexor para total consuelo de todo el lugar que la entregase al lugar, y la depositasen en puesto decente en la Iglesia, con que el Sto. hermitaño lo hizo assí, y ordenando y disponiendo muchas fiestas, se determinó el día, el qual no se ha podido saver, si bien es cierto estará en la memoria en el archivo de dho Lugar y de la Iglesia. Llevaronla en processión con mucha alegria y assistencia del clero de dho lugar, y llevandola en las manos el Retor la llevaron en processión a la Iglesia, y el Pe. hermitaño Pedro Muñoz iba entre los dos jurados del lugar, detrás de la Santa Imagen, derramando muchas lágrimas. Y alavando al Señor y a su Santa Madre. Quedó depositada (fol 322) en dha Iglesia y oy en dia esta en su Capilla con mucho consuelo de todos, y el lugar la nombro y tomo por su Patrona. Los milagros y prodigios que a echo y aze son infinitos, y la devoción es mucha en dho. lugar y en todos los circunvecinos, y estan dando gracias a Nuestro Señor de haverles dado tal consuelo.

               


El texto escrito por Francisco Planes es, desde entonces, el que ha servido, con algunas pequeñas diferencias, de referencia para las sucesivas biografías de Pedro Muñoz que se han publicado.

                Así, Isidoro Planes Valero, sobrino del mencionado Francisco Planes, es el autor de un libro manuscrito titulado Tradición histórica de la Sta. Imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz que se venera en el lugar de Puzol en este Reino de Valencia, escrito en 1708 y conservado en la biblioteca personal de San Juan de Ribera, en el Real Colegio del Corpus Christi de la ciudad de Valencia. En este libro narra, entre otras cosas, los pormenores del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz por Pedro Muñoz.

                En el capítulo 1, después de describir brevemente el lugar de Puçol, hace una memoria de las personas que intervinieron en el hallazgo de la imagen, Pedro Muñoz y el entonces arzobispo de Valencia y Señor de Puçol, Juan de Ribera.

 

A cuyo asunto de este tratado, cuyo feliz hallazgo deseando escribir, me ha parecido conveniente hacer antes memoria del ermitaño Pedro Muñoz, natural del lugar de Puzol, que vivió solitario en la ermita de San Julián, cerca del Real Monasterio de Cartujos llamado Vall de Christ a una milla de distancia de la ciudad de Segorbe en este Reino de Valencia. Para que noticiosos de su ejemplar vida nos persuadamos prudentemente, no desmereció Dios por sus fines bien visto, se dignase manifestar a su siervo fiel, el lugar donde estaba escondida de los ojos de los hombres la Santa Imagen de Nuestra Señora, para que los devotos fieles la tributasen // 6 // las debidas veneraciones.

El ermitaño Pedro Muñoz, cuyas virtudes pueden, con justo título, ser lucido empleo de grandes ingenios y materia en que se celebren plumas mas delgadas que la mía, para que la memoria de este contemplativo solitario no quede enterrada en el sepulcro del olvido ni su buena vida encerrada en el calabozo del silencio, antes bien que a despecho del tiempo se eternice burilada en láminas de acrisolada fama pues los varones insignes en virtud, no tanto mueren por estar difuntos cuanto por estar olvidados. Nació en Puzol, lugar de este Reino y Diócesis de Valencia el año 1520 // 7 // fue dotado de espíritu profético y de alta contemplación, tan humilde como penitente, causa de su gran caridad para con Dios y los prójimos, su alma fue preservada de toda impureza imitando a los ángeles en los virginales candores, toda su vida fue siervo amante de María Santísima y tan devoto del Santísimo Sacramento, que con su invocación sanó muchos enfermos.

Su traje humilde y modestia piadosa le hacían un compuesto que parecía un hombre celestial y de una palpable santidad. Siendo idea ejemplar de virtuosos y santos vivió vida más que humana, angelical, bienaventurada e inocente aprobada por voz y consentimiento // 8 // común pero muy ejercitada con varias asechanzas del demonio que venció ayudado de la divina gracia. Lleno de méritos, en su madura y venerable senectud habiendo vivido noventa años, en el dia en que todo el orbe cristiano celebró la festividad del Santísimo Sacramento, como ya le había profetizado algunos días antes, con gran opinión de santidad, fue trasladado de este paraíso terrestre valenciano al celestial el día 10 de junio del año 1610.

La dulzura, sencillo trato, conversación suave y santa de este varón perfecto fue motivo que le comunicase muy íntimo el Ilmo. Sr. Patriarca Arzobispo de Valencia // 9 // el Señor don Juan de Ribera, de cuya persona hago especial memoria en este tratado, porque fue medio eficaz su interposición para llegar a las manos del ermitaño Pedro Muñoz la Santa Imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz, prenda que ha ilustrado al lugar de Puzol como diré en el capítulo siguiente.

El Ilmo. Sr. don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquía y Arzobispo de Valencia fue gran capellán y singularísimo venerable del Santísimo Sacramento del Altar, cuya afectuosísima devoción pública es la suntuosa fábrica de la Iglesia del Chorpus Christi, en // 10 // cuya erección consumió gustoso el pingüe patrimonio que poseía, para que perpetuamente en ella se venerase, adorase y confesase la física y real existencia de Cristo Señor Nuestro en el Santísimo Sacramento del Altar, estando patente todos los jueves del año y octava del Corpus Christi, con augusta magnificencia tirando la línea en especial esos días a lo más primoroso del culto en veneraciones y ceremonias y en la armoniosa pauta del canto divino, herencia adquirida del celo de su Santo fundador.

La cordial devoción que el venerable Señor Patriarca tuvo, viviendo, al Santísimo Sacramento la manifestó Dios al mundo después de muerto este prelado, pues al tercer dia después de su muerte // 11 // que fue el de su entierro, en la misa cantada de cuerpo presente que le celebró el Obispo de Segorbe don Pedro Casanova al venerable cadáver, se le encendió el rostro y abrió los ojos este difunto prelado y los tuvo abiertos a la elevación de la Sagrada Hostia y Cáliz y puesto este sobre el venerable cadáver cerró los ojos y perdió el rosado color. Portento que atribuyeron todos a milagroso en manifestación de la gran devoción que tuvo el Santo Patriarca viviendo a este hermano Señor en el Altar Sacramentado. Fue lumbrera de primera magnitud, raro ejemplo de virtudes, dechado de gloriosas costumbres, cuyas acciones seguían los prelados de España // 12 // y fuera de ella como San Carlos Borromeo y aún el Santo Pontífice Pío V llegó a decir que se confundía de su gran humildad y parsimonia. Fue tan noble como docto, tan vigilante como prudente pastor, singular apreciador de los secuaces de las virtudes, cuyo palacio fue un remedo del celestial, pues ningún estado de personas virtuosas excluía, siendo sus delicias comunicar familiarmente con todos los profesores, con cuya santa conversación, inflamado, animado y endulzado su espíritu, multiplicó tanto los talentos según refieren las historias de su vida y el proceso de su beatificación // 13 // y canonización que podemos creer.

Este venerable siervo de Dios el Señor don Juan de Ribera conociendo que lo sobresaliente de las virtudes de este ermitaño Pedro Muñoz le acreditaron de milagros y el aplauso general de varón santo a estimarle y tratarle viviendo y después de muerto enriqueció la iglesia de su Colegio con el depósito de sus cenizas en honrosa sepultura junto a la puerta de la sacristía, esperando la resurrección general // 14 // y el mismo Señor Patriarca, para perpetuar la memoria del dicho Pedro Muñoz le hizo retratar a Francisco Ribalta en el lienzo principal del retablo mayor de la misma iglesia donde esta enterrado y representa, con largas barbas canas al tercer apóstol vestido de colorado mas apartado de Cristo Señor Nuestro y a su izquierda y aun segunda vez le hizo pintar al fresco a Matarón [Matarana] en la pared de la capilla de Nuestra Señora de la Antigua de dicha iglesia del Corpus Christi entrando a mano izquierda en la misma forma y traje de ermitaño con barbas canas y crecidas y con las manos plegadas a los pies de una imagen de la Virgen.

Sin que se pueda sospechar que el Señor Patriarca tratase familiarmente al dicho ermitaño porque // 15 // fuese de noble estirpe, pues aunque de limpia, descendía de honesta familia, ni porque fuese rico de bienes temporales, pues aunque rico en el espíritu, en la realidad fue pobre, guardando enriquecido el oro de la caridad y la plata de la pureza. Ni menos le estimó por constituido en dignidad, pues de corazón humilde solo llegó a vivir solitario en una ermita llamada de San Julián junto a Vall de Cristo. Solo pues, le pudo mover al venerable siervo de Dios Juan de Ribera a tratar familiarmente con el ermitaño Pedro Muñoz, el hacer retratar y guardar los huesos en la iglesia del Corpus Christi, por estar los dos dotados de una simpática y devota inclinación // 16 // a todos los ejercicios de las virtudes y el ser ambos especiales escultores y singulares veneradores del Santísimo Sacramento del Altar

 

                En el capítulo 2 de este libro manuscrito hace mención a las circunstancias del hallazgo de la imagen:

 

Estando en oración como solía el hermano Pedro Muñoz en su contemplativa ermita de San Julián le parecía // 17 // que intelectualmente se hallaba en Puzol y que allí veía caer del cielo cinco resplandecientes estrellas hacia la villa del Puche. Dióse dudado dado la repetición de esta visión interior y movido de superior impulso se fue a su patria, Puzol y desde ella vio ocularmente repetidas veces caer del cielo repetidas veces en forma y número de cinco estrellas que les servía de sepulcro la eminencia del montecillo llamado Cabeçol del Puche, que esta situado en el término del Puche y entre esta villa y el lugar de Puzol. Viendo suceso tan portentoso y que el desprenderse del cielo cinco estrellas y esconderse bajo la tierra ni era casual, ni dejaba de tener algún misterio, comunico el ermitaño // 18 // la visión con su cordial amigo el venerable Fray Pedro Nicolás Factor, religioso franciscano que entonces era guardián del convento de la Vall de Jesús de la Santa Recolección, situado a las raíces de un monte cerca de Puzol (hay anotado al margen: y con el Patriarca Juan de Ribera) de cuya extática, penitente, mortificada y milagrosa vida hay historia que refiere lo perfecto de su vida y dichosa muerte.

Este varón religioso fue devotísimo del Santísimo Sacramento y tierno Capellán de María Santísima, mereciendo que le hablase la Santa Imagen de Nuestra Señora de Atocha en Madrid como lo refiere Quintana en la Historia de esta Imagen y después de haber encomendado a Dios // 19 // el encargo del ermitaño que notase el lugar donde caían las estrellas que allí encontraría una prenda de sumo aprecio y digna de toda estimación. Animado pues el buen ermitaño con la respuesta del siervo de Dios Fray Nicolás Factor -- al margen: y del Santo Patriarca -- fue prevenido a la eminencia del montecillo llamado el Cabeçol y dándole el aviso las estrellas con caer y esconderse, empezó allí a cavar animoso pero, cerrando mucho la noche y como era ya anciano desistió cansado con intención de volver al amanecer del dia siguiente para dar fin a su empezada tarea cobrando fuerzas con algún corto descanso pero // 20 // dos labradores que vieron la ansia con que cavaba el ermitaño, los cuales habitaban en la alquería del Inquisidor Micer Cristóbal Roig (la cual alquería fue en la que se fundó después a 7 de abril de 1585 el Convento de Cartujos llamado del Ara Christi) discurriendo a lo humano buscan algún tesoro terrestre para enriquecerse con el, luego que se fue el ermitaño Pedro Muñoz cavando y profundizando más la tierra, allí mismo encontraron admirados la Santa Imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz y cavando la quebraron con un golpe de azada un pedacito de la esquina inferior de la parte diestra.

// 21 // Discurrieron los labradores llenos de gozo que aquella Santa Imagen era el tesoro que al parecer buscaba el ermitaño y así, contentos y satisfechos con el hallazgo encontrado, desistieron de cavar y se retiraron alegres con la Santa Imagen llevándosela a la alquería del Micer Roig donde habitaban, con la determinación de quedársela para sí como a prenda que les había abstraído todos los sentidos para venerarla en su habitación. Al amanecer del dia siguiente volvió el ermitaño Pedro Muñoz y llegando a la eminencia del montecillo y viendo habían profundizado más la tierra y que el hoyo // 22 // era mayor que el empezado por él, quedó con interior inteligencia noticioso del hallazgo de la Santa Imagen y de sus individuales señas, quienes eran los que se la llevaron y donde la tenían. Fue grande el desconsuelo del ermitaño, hacíale cargo su humildad, era causa su descuido de estar la Santa Imagen en ajena posesión, luchó la desconfianza de alcanzarla con la esperanza de lograr posesión de ella pero, considerando que la paciencia es medio para llenar nuestros deseos temiendo las circunstancias que pareciole que dió // 23 // proporcionado ir a la alquería y que dándoles las señas a los labradores lograría su petición: la posesión de la Santa Imagen, fue que tuvo el desengaño con la respuesta que le dieron los labradores.

Grande debió ser el desconsuelo que tuvo el ermitaño Pedro Muñoz con la respuesta negativa de los labradores, pero como las visiones que precedieron al hallazgo fueron sobrenaturales y el fin, para ser esta Santa Imagen venerada como Patrona de Puzol, dispuso el Señor volver la tristeza del ermitaño en gozo y la oculta invención de la Santa Imagen en pública manifestación del suceso // 24 // Movido interiormente todo fue uno, ir a Valencia a verse con el Señor Patriarca de Antioquía y Arzobispo de Valencia don Juan de Ribera, informarle del echo y hallar consuelo en su respuesta y remedio en la pretensión pues, constándole a Muñoz es hombre de ejemplar vida y de conocida verdad, este ermitaño y reconociendo lo raro de la invención // 25 // y apetecible de la Santa Imagen se fue el señor Patriarca con el ermitaño a la alquería del Inquisidor Roig pidió por los hombres y dándoles las señas confesaron la verdad y entregaron la Imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz en manos del Señor Patriarca que admitió lleno de gozo y contento y venerada la Santa Imagen por su Ilustrísima y todos los demás que allí estaban la entregó al ermitaño Pedro Muñoz, con la expresión que aquella Santa Imagen tenía de entregarla al lugar de Puzol para que allí, como a Patrona fuese venerada y con esta condición la admitió y a su tiempo cumplió su promesa // 26 // y viendo la Santa Imagen en sus manos el ermitaño, lleno de gozo profirió enseñado de las palabras de la sabiduría: todos los tesoros conseguí teniendo esta Santa Imagen en mis manos que es todo mi bien y la conservaré por el más estimable, pues por barro reputaré al oro con la estimación que la venero. Agradecido por este favor, toda mi vida reverenciaré a esta Santa Imagen teniéndola por guía y luz de mis operaciones, pues el esplendor que influye su benevolencia no se puede apagar // 27 // sin que pudiese reprimir los ímpetus del espíritu, sin comunicarlos al cuerpo, que cuando los gozos del espíritu son tan mayores, se refunden también en lo sensible pues son como avenidas que salen de madre, sucediéndole lo que al gran profeta David, que su corazón y su carne se gozaron en el Señor y alegraron en Dios vivo. Y faltó poco al Venerable Ermitaño para saltar de contento delante la imagen de María Santísima como lo hizo el profeta Rey delante del Arca del Testamento // 28 // Y fue fácil que ambos conviniesen en la asignación de la Santa Imagen al Pie de la Cruz para el lugar de Puzol, pues el venerable Pedro Muñoz conoció convenía la entrega para las felicidades y honorificiencia de su Patria y Monseñor Ilustrísimo don Juan de Ribera como el señor Obispo que era de Puzol quiso enriquecer a sus vasallos con el depósito de tan Soberana Señora.

 


                En el año 1723 se publicó en Valencia el libro Oración panegírica a la milagrosa imagen de María Señora nuestra al Pie de la Cruz, en el que, además de la citada oración que había pronunciado el 8 de septiembre de 1722 en la iglesia parroquial el R.P. fray Antonio García, religioso de San Gerónimo del monasterio de San Miguel de los Reyes, Isidoro Planes incluyó un conciso relato del descubrimiento de la imagen por Pedro Muñoz y los milagros obrados por la misma.

 


 

… y que allí perseveró oculta, hasta el año 1570. en que el venerable Pedro Muñoz, natural de Puzol, Hermitaño en la Hermita de San Julian, cercana à la Real Cartuxa de nuestra Señora de Valde-Christo (cerca de la ciudad de Segorbe) donde vivía solitario, con grandes créditos de virtuoso, inocente, y sencillo movido interiormente por soberano impulso, se fuè à Puzol su Patria, y vió desprenderse del Cielo cinco resplandecientes luzes en forma de brillantesestrellas, sobre lo mas elevado de un montecillo, llamado el Cabeçol del Puche, situado en si termino, y cercano a Puzol. Como devoto, cuerdo, manifestó la visión a los Venerables Señor Don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquia, y Arçobispo de Valencia, Mon Señor; y el Extático Padre Fray Nicolas Factor, Religioso Franciscano Observante, Guardian, que era del Convento de la Val de Jesus; y ambos uniformes le animaron a cavar donde caían, y se escondían las Estrellas, que señalavan sin duda, algún tesoro de grande estimación escondido.

      Con la respuesta de tan Misticos Varones animoso, y prevenido el Hermitaño, empezó a cavar en el lugar señalado por las estrellas; pero ya cansado, y entrada la noche, desistió, con intento de repetir por la mañana su començada tarea. Azecharon dos labradores la ansia, y afán con que el Hermitaño cavava; y discurriendo, le motivava la codicia de sacar algún tesoro escondido, viéndole ausente, y dexada la empressa, codiciosos profundaron el hoyo, y encontrada la Imagen, gozosos, y satisfechos de ser este el tesoro, que solicitava el Hermitaño, se la llevaron a su habitación, determinados a quedarse con la rica Prenda.

      Antes de amanecer el siguiente día, bolvió el hermitaño Pedro Muñoz al sitio, para continuar la començada tarea; y viendo mas profundo el hoyo de lo que lo avia dexado, se persuadio agligido, a que le avian robado el tesoro, que ansiosamente buscava: pero como era la voluntad Divina su descubrimiento, quedó de lo alto noticioso de la invención de esta Santa Imagen, de su forma, y hechura, y que la tenian dos labradores en la Alqueria del Inquisidor Don Christoval Roig, que estaba situada donde ahora vemos edificada la Magnifica Cartuxa de Ara Christi.

      No emperezó el Venerable Hermitaño, y calçando el deseo, fue a buscar a los labradores, y les pidió la Santa Imagen, dándoles todas sus individuales señas; y ellos le negaron el hallazgo. Quedó desconsolado con su repulsa; pero no quedó sin la esperança de lograr su possession: y acudiendo diligente a Valencia, informó de todo al Señor Patriarca, que dando crédito a su grande conocida virtud tomó coche; y llegando a la Alqueria del Inquisidor, pidió a los labradores la Imagen, que gustosos, y rendidos confessaron el hecho, y entregaron a su Excelencia la Imagen; y el Santo Patriarca alegre, y bañado en tiernas lagrimas de gozo, la veneró, y entregó al Hermitaño Pedro Muñoz, con la expresión, que la asignava [a] la Iglesia de Puzol, para en ella ser venerada; de cuya población era Señor, por estar anexo su dominio a la Mitra de Valencia. Con este pauto admitida la Santa Imagen por el Hermitaño, se la llevó, y colocó en una casa de Puzol, donde entre sus parientes estaba aposentado.

      En un instante publicó la fama un Bando con todas las noticias de este maravilloso sucesso, y como estaba la Imagen colocada en la casa donde vivía el Hermitaño Pedro Muñoz. Concurrió todo el Pueblo a ver el prodigio; y rendidos la dieron la bienvenida a su tierra, y suplicaron devotos se dignasse esta gran Reyna, y evecindada Señora admitir Capilla decente en la Iglesia, para recebir en ella sus devotos cultos y mas publicas veneraciones…..

 

                Unos años después, en 1747, José Vicente Ortí y Mayor escribió una amplia biografía de Pedro Muñoz que tituló Vida del Venerable hermano Pedro Muñoz y descubrimiento de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz venerada en Puzol, a la que nos hemos referido al principio de este texto.

 

En 1886, Jaime Torrent y Cros, publicaba en Valencia la obra Noticia de imágenes, santos y venerables pertenecientes al Reino de Valencia, en la que aparece en la página 67 el relato del descubrimiento de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz y en la página 138 una biografía de Pedro Muñoz.

                Este texto, en lo que se refiere a la vida de Pedro Muñoz, no difiere prácticamente en nada de lo que nos relatan los diferentes autores que hemos visto y, en las circunstancias del hallazgo de la imagen, sigue el mismo relato que hemos visto en Isidoro Planes, aunque hay algunas diferencias dignas de mencionar en cuanto a la intervención del entonces arzobispo de Valencia, Juan de Ribera, tanto cuando Pedro Muñoz es aconsejado por Nicolás Factor, como cuando Pedro Muñoz vuelve al día siguiente y se enfrenta a los dos labradores que habían cavado y encontrado la imagen.

                Francisco Planes, primer autor del relato de los pormenores del hallazgo, no menciona en ninguno de los casos la participación de Juan de Ribera. Pedro Muñoz solamente comunica sus visiones de las cinco estrellas al guardián del convento de Vall de Jesús, fray Nicolás Factor, el cual le aconseja que observe desde la ermita cercana al convento. Es a partir del relato manuscrito de Isidoro Planes, que añade en el margen del texto la participación del entonces arzobispo de Valencia y Señor de Puçol, Juan de Ribera.     



 

                En 1917 el sacerdote de Puçol, J. Alfonso Bosch publicó en Valencia una obra titulada El venerable hermano Pedro Muñoz y la Patrona de Puzol, obra de la que no hemos podido encontrar ningún ejemplar.

 

            También el deán de la catedral de Segorbe, Romualdo Amigo Ferrer, hijo de Puçol, publicó en 1926 una obra, Pedro Muñoz, en la que igualmente relataba el hallazgo de la imagen y el inicio de las fiestas que se le dedicaron a la Virgen a partir de 1600, según constaba en los libros Racionales que había podido consultar en el archivo parroquial. De esta obra tampoco hemos podido encontrar ningún ejemplar.

 

El que fue cronista de Puçol, Francisco Roca Alcayde, publicó en el año 1970 la Historia de la imagen de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Pie de la Cruz, Patrona canónica de Puzol, editado con motivo de celebrarse el IV centenario del hallazgo de la imagen. En el capítulo I y II de la obra narra el hallazgo de la imagen por Pedro Muñoz.

 

 



 Y finalmente, en el año 2007, con motivo de cumplirse el IV centenario de la dedicación de la iglesia parroquial de los Santos Juanes, se publicó un libro escrito por Andrés de Sales Ferri Chulio en el que se incluyó el texto completo del manuscrito de 1708 del sacerdote de Puçol, Isidoro Planes Valero, Tradición histórica de la Santa Imagen de Nª Sª al Pie de la Cruz. Este libro se encuentra en la Biblioteca personal de San Juan de Ribera, en el Real Colegio del Corpus Christi de la ciudad de Valencia. A través del sacerdote de Puçol, Vicente Alfonso Bumbau, tuve acceso a este manuscrito, que copié personalmente gracias a la generosidad del Dr. D. Ramón Robres Lluch, canónigo archivero de la Catedral de Valencia. Este texto había permanecido inédito hasta ese momento.

  

ALFONSO BOSCH, J. El venerable hermano Pedro Muñoz y la Patrona de Puzol. Valencia. 1917

● CASTELVÍ COLOMA, José de. Catálogo de todas las santas imágenes de nuestra señora que dichosamente se veneran en la ciudad, villas y lugares en el reyno de Valencia con una breve descripción del modo, sitio y lugares en donde se hallaron y tubieron el origen las Santísimas imágenes con sus invocaciones. Manuscrito. Valencia. 1689

● CUBERO SEBASTIAN, Pedro. Segunda Peregrinación, donde se refieren los sucesos más memorables, así de las guerras de Hungría en el asedio de Buda, batalla de Arsan y otras, como de los últimos tumultos de Inglaterra, deposición del rey Jacobo e introducción del príncipe Guillelmo de Nassao, hasta llegar a la ciudad de Valencia. Jaime de Bordazar. Valencia. 1697

FERRI CHULIO, Andrés de Sales. IV Centenari de la dedicació de l’Esglesia parroquial del Sants Joans de Puçol. 1607 – 2007. Imp Luis Palacios. Sueca. 2007

GINER Y ARAGÓN, Juan Bautista. Historia de la cartuja de Ara Christi. Manuscrito. 1664 

● GUIMERAN, Felipe. Breve historia de la Orden de Nuestra Señora de la Merced de Redempcion de cautivos christianos y de algunos santos y personas illustres della... : tratase mas en particular de la... casa de la madre de Dios del Puche de Valencia. Herederos de Juan Navarro. Valencia. 1591

ORTÍ Y MAYOR, Joseph Vicente, Fundación de el real monasterio de N. Señora de Ara Christi de monges cartuxos en el Reyno de Valencia. Valencia. 1732.

● ORTI y MAYOR, José Vicente. Vida del Venerable hermano Pedro Muñoz y descubrimiento de la imagen de Nuestra Señora al Pie de la Cruz venerada en Puzol. Valencia. 1747 

● PLANES, Francisco. Historia de la Santa Imagen del Pie de la Cruz, venerada en Puzol. Manuscrito del año 1649 que estuvo en el archivo parroquial de Puzol.

● PLANES. Isidoro. Tradición histórica de la Santa Imagen de Nª Sª al Pie de la Cruz. Manuscrito. Valencia. 1708. Biblioteca del Santo Patriarca

● PLANES. Isidoro. Oración panegírica a la milagrosa imagen de Maria Señora nuestra al Pie de la Cruz. Antonio Bordazar. Valencia. 1723

ROCA ALCAYDE, Francisco. Historia de la imagen de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Pie de la Cruz, Patrona canónica de Puzol. Valencia. 1970

TORRENT Y CROS, Jaime. Noticia de imágenes, santos y venerables pertenecientes al Reino de Valencia. Ramón Ortega. Valencia. 1886

 

martes, 24 de agosto de 2021

1925. LES FESTES DELS CAPELLANS

  

                Desde el mismo día de su hallazgo, en septiembre de 1570, la imagen de Nuestra Señora al Pie de Cruz fue entregada por el obispo Juan de Ribera a Pedro Muñoz con la condición de que fuese venerada como patrona de Puçol.

Así nos lo transmitió Isidoro Planes en el capítulo II de su obra.

 

…la entregó al ermitaño Pedro Muñoz, con la expresión que aquella Santa Imagen tenía de entregarla al lugar de Puzol para que allí, como a Patrona fuese venerada y con esta condición la admitió y a su tiempo cumplió su promesa…

 

…y fue fácil que ambos conviniesen en la asignación de la Santa Imagen al Pie de la Cruz para el lugar de Puzol, pues el venerable Pedro Muñoz conoció convenía la entrega para las felicidades y honorificiencia de su Patria y Monseñor Ilustrísimo don Juan de Ribera como el señor Obispo que era de Puzol quiso enriquecer a sus vasallos con el depósito de tan Soberana Señora...

 

                Aun así, el pueblo de Puçol ansiaba que Nuestra Señora al Pie de Cruz fuese nombrada Patrona Canónica. Para ello, en septiembre de 1924, se inició el expediente de súplica, con muchos pliegos con firmas, solicitando la declaración del Patronazgo Canónico que, debidamente informado por el arzobispo de Valencia, Dr. D. Prudencio Melo Alcaide, fue llevado personalmente el expediente en enero de 1925 a la Santa Sede, ocupada entonces por el papa Pio XI, por el obispo de Segorbe, fray Luis Amigó Ferrer, aprovechando la protocolaria visita ad limina de éste a Roma.

                Los pliegos con las firmas los encabezó el Ayuntamiento, constituido por el alcalde D. Eduardo Martínez Amigó, primer teniente de alcalde, D. Ramón Montañana Pascual “El acòlic”, segundo teniente de alcalde, D. Vicente García Pérez, concejales D. Vicente Martínez Ferrer, D. Juan Bautista Esteve Sanchis “Trabuix”, D. Pascual Amigó Aparisi, D. José María Soriano Antoni “El Mellat”, D. Juan Bautista Piñol Torres, D. Vicente Domingo Claramunt “Pancha”, D. José María Sebastiá Durbá. A continuación, firmó el clero, el cura párroco D. Eduardo Clérigues Beltrán, los coadjutores D. Gaspar Aguilar Ibars y D. Ramón Dols Panach y los beneficiados D. Vicente Antoni Alfonso y D. Amalio Roca Alcayde.

                También estamparon su firma los médicos D. José de Belda Eguia y D. Gabriel Garcés, los farmacéuticos D. Tomás Jordán y D. Casimiro Rubio, los maestros D. Francisco Martín Mor y Dª. Consuelo Arnau y un sin número de vecinos que quisieron de esta manera sumarse a la petición.

 

                Cuando telegráficamente llegó a Puçol la noticia de la aprobación por el papa del nombramiento de la Virgen al Pie de la Cruz como Patrona Canónica de Puçol, se anunció con un volteo general de campanas.

 

Con la denominación de les festes dels capellans fueron conocidas por nuestros mayores las fiestas patronales del año 1925, ya que en estas extraordinarias fiestas actuaron como clavarios catorce sacerdotes, hijos de Puçol, presididos por el obispo de Segorbe, fray Luis Amigó Ferrer, que, aunque había nacido en Masamagrell, era hijo de padres puzolenses.


Fray Luis Amigó Ferrer

También se consideró como puzolense a D. Amalio Roca, que, aunque había nacido en Valencia, llegó a Puçol a los tres meses de edad al haber sido nombrado su padre, D. Francisco Roca, médico titular de Puçol.

                Estos fueron los clavarios:

 

D. Vicente Antoni Alfonso, cura beneficiado en Puçol

D. Amalio Roca Alcayde, cura beneficiado en Puçol

D. Romualdo Amigó Ferrer, canónigo de la Catedral de Segorbe

D. Mariano Amigó Antoni

D. Joaquín Alfonso Bosch, cura párroco de San Esteban

D. Vicente Sebastiá Comes

D. Gaspar Aguilar Ibars, coadjutor de Puçol

D. Juan Bautista Aguilar Roig, vicario del Hospital Provincial

D. Mariano Moreno Pérez

D. Antonio Amigó Durbá

D. José Sebastiá Roca

D. José Viadel Arnau

D. Vicente Ávila Soriano, cura párroco de Villanueva de Castellón

D. Julio Esteve Flors, fray Buenaventura de Puçol

 

El sábado 5 de septiembre comenzaron las fiestas con un volteo general de campanas al mediodía y por la noche hubo sesión de cine, que fue amenizada por la Banda de Música de Chaume, dirigida por Antonio Fabra.

 

El domingo 6 de septiembre, un tiro de pichón que había programado fue suspendido y en su lugar se celebró una carrera ciclista entre Puçol y Sagunto. A las 10 de la noche tuvo lugar la Entrà de la Murta, finalizando con una espléndida traca. Según relataba el cronista D. Paco Roca, la Entrà de la Murta rememoraba una antigua costumbre en que los clavarios solteros iban a la montaña y cortaban una buena cantidad de mirto para enramar las calles por donde iba a pasar la procesión de la patrona. Como había prohibición de soltar cohetes, se autorizaba a los clavarios para que cuando entrasen la murta pudiesen disparar cuantos cohetes quisieran, pero solamente en la calle de San Juan y hasta llegar a la puerta de la iglesia. A los clavarios los acompañaban algunos músicos de charanga y cantadores que iban tocando y cantando les albaes y otros cantos valencianos.

 

El lunes 7 de septiembre a las 9 de la mañana llegó a la estación de ferrocarril el obispo de Segorbe, fray Luis Amigó Ferrer, acompañado del canónigo de la catedral de Segorbe, D. Romualdo Amigó Ferrer. Les esperaban las autoridades civiles y eclesiásticas y un inmenso gentío acompañado de la Banda de Música. El obispo Amigó, que era portador del rescripto en el que se declaraba patrona de Puçol a la Virgen al Pie de la Cruz, lo depositó en una bandeja de plata que portaba el primer teniente de alcalde, D. Ramón Montañana Pascual “El acòlic”.

Se puso en marcha la comitiva hacia la iglesia entre arcos de triunfo, colgaduras y otros emblemas con que aparecía engalanada la calle San Juan, acompañada de volteo de campanas y, entre vítores y aclamaciones, llegó al templo donde esperaba el cura párroco D. Eduardo Clérigues Beltrán, que recibió de manos del Sr. Montañana el preciado rescripto y ante el altar de la Virgen, procedió a dar lectura al Breve Pontificio por el que se proclamaba canónicamente el patronazgo de la Santísima Virgen al Pie de la Cruz sobre la villa de Puçol.

 

Por parte del clero, autoridades y pueblo de la villa de Puzol, diócesis de Valencia, se ha suplicado humildemente a la Sagrada Congregación de Ritos, que confirmara la elección de la bienaventurada Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora al Pie de la Cruz, como patrona principal de dicha villa.

Y esta congregación, informada por el Excmo. y Revdmo. cardenal (nombre ilegible) prefecto y ponente: aprobó y confirmó la elección después de comprobar que se llevó a cabo, debida y legítimamente según el decreto del papa Urbano VIII: y atribuyó y concedió a la festividad de Santa María Dolorosa del Pie de la Cruz, de Puzol, elegida como patrona principal, todas las prerrogativas que a las fiestas de los santos patronos principales competen. dado el día 15 de agosto, festividad de la Asunción de Nuestra Señora, de 1925. 

 

Después de cantarse una salve, los gozos y el tedeum, fue oficiada una misa por el ilustre prelado Dr. Amigó. Finalizada la misa fue descubierta la lápida rotuladora de la plaza que se le dedicaba al Beato Juan de Ribera, que popularmente era conocida como plaza de la Torre. A las 12 de la mañana hubo volteo general de campanas y disparo de tronadores o morteretes.

A las 3 de la tarde hubo la tradicional suelta de toros y las 6 de la tarde pasacalle por los representantes de los clavarios, montados en corceles enjaezados y acompañados por la Banda de Música. Por la noche hubo toro embolado.

 

El martes 8 de septiembre, al amanecer, hubo volteo general de campanas y disparo de tronadores o morteretes. A las 6:30 se organizó un pasacalle despertá por el dulzainero de Masamagrell.

A las 7:00 de la mañana llegó desde la Vall d´Uixó la famosa Banda de Música Filarmónica Centro Vallense, dirigida por el maestro Rambla. A las 9:30 hubo solemne Misa de Pontifical oficiada por el obispo de Segorbe, fray Luis Amigó, corriendo a cargo el sermón a cargo del deán de la catedral de Murcia, D. Julio López. Una orquesta compuesta por más de cuarenta profesores interpretó la misa de Santa Cecilia de Gounod y se cantaron motetes de Baixauli y de Salvador Giner.

A las 12:00 se disparó una traca por las calles del recorrido de la procesión y, según era costumbre, los representantes de los clavarios, acompañados por el dulzainero, perfumaron con agua de colonia a los vecinos.

                A las 17:00 salió una cabalgata de carros adornados, ocupados por señoritas y muchos grupos de jóvenes montados en briosos corceles, acompañados por la banda de la Vall d´Uixó y del dulzainero. Los clavarios sacerdotes asistieron a la cabalgata en un coche landó tirado por caballos.

A las 19:30 salió la solemne procesión presidida por el prelado y autoridades en la que se le rindió homenaje a la patrona, que fue llevada a hombros por los clavarios, los sacerdotes nacidos en Puçol. A la entrada de la procesión se disparó un castillo de fuegos artificiales por el pirotécnico de Godella, Vicente Caballer.

Finalizaron los actos del día con un extraordinario concierto ofrecido por la Banda de Música de la Vall d´Uixó.

 

El miércoles 9 de septiembre se repitió el mismo programa del día anterior pero protagonizado por los clavarios casados.

 

 

 

 

PLANES VALERO, Isidoro. Tradición histórica de la Santa Imagen de Nª Sª al Pie de la Cruz. Manuscrito. Valencia. 1708. Biblioteca del Santo Patriarca.

ROCA ALCAYDE, Francisco. Historia de la imagen de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Pie de la Cruz, Patrona canónica de Puzol. Valencia. 1970

TRACHINER CONESA, Jaime. Las fiestas de mi pueblo. Impresiones de los festejos celebrados en honor de la Virgen al Pie de la Cruz, patrona de la villa de Puzol. Año 1925. Manuscrito inédito.

NUESTRAS CALLES. CARRER BLASCO IBAÑEZ

Empieza en el C/ Mallaeta y termina en el C/ Terol.   En sesión plenaria celebrada el 29 de enero de 1959 por el Ayuntamiento de Puçol...