lunes, 14 de septiembre de 2020

1776. EL JARDÍN BOTÁNICO DEL PALACIO DEL ARZOBISPO



                Es de todos sabida la existencia en nuestro pueblo, hasta hace algunos años, de un palacio que fue utilizado por los arzobispos de la sede valentina como palacio de recreo y residencia temporal dada la cercanía a la capital y la benignidad del clima. El palacio propiamente dicho ocupaba parte de lo que hoy es plaza de San Juan de Ribera y sus jardines estaban limitados por un muro de cerramiento que se conserva hasta nuestros días y que ha sido acertadamente restaurado recientemente.
Estos jardines pasaron por diversas vicisitudes a lo largo del tiempo, ya que en un principio cumplieron la misión propia de cualquier residencia de este tipo, esto es, para uso y disfrute de los residentes en el palacio. Posteriormente fueron ampliados y convertidos, como veremos, en un verdadero Jardín Botánico de aclimatación, precisamente en unos tiempos en los que el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia no pasaba por sus mejores momentos. Finalmente fue desmantelado y sus terrenos convertidos en campos de cultivo probablemente propiciado, entre otros motivos,  por la creación del actual Jardín Botánico de Valencia.
Veamos pues, cual fue la necesidad de un Jardín Botánico y su evolución.
La cátedra de Simples o Botánica Medica, también conocida como d'Herbes o Vespres, fue, junto con la cátedra de Anatomía la que aportó el gran prestigio que tuvo la Facultad de Medicina de Valencia en los siglos XVI y XVII.
El titular de esta cátedra, además de explicar conocimientos teóricos, impartía a los futuros médicos los conocimientos prácticos necesarios para que, mediante excursiones para herborizar, llegasen a conocer las distintas hierbas medicinales. Las Constituciones de 1611 del Estudi General de la Insigne Ciutat de Valencia prescriben que haja de exir per temps de trenta dies fora la presente ciutat per les muntayes e altres parts .....per a mostrar als estudiants la cognicio de les herbes .... e perque tinga compte ab hun ort en lo qual se planten les herbes que a d’aquell parexeran necessaries ...Estas excursiones se hacían regularmente por el barranco de Carraixet, barranco de Torrente, la Murta, Picaltejo y a otros sitios que era costumbre por la abundancia o rareza de dichas plantas. Además de estas salidas los alumnos complementaban las enseñanzas prácticas en el pequeño huerto o Jardín Botánico donde se cultivaban aquellas hierbas más raras y menos conocidas.
Este huerto o Jardín Botánico, que fue el primero de carácter universitario en España, había sido creado en 1567 a instancias del catedrático de la materia, Juan Plaza, aunque entonces no era más que un pequeño huerto donde se cultivaban las hierbas medicinales.
Este jardín no debió persistir mucho tiempo ya que el catedrático de la materia entre 1623 y 1635, Gaspar Pons consiguió en 1633 que se abriera un nuevo Jardín Botánico en el huerto del Hospital de San Lázaro, en la calle Sagunto. Estaba a cargo de un jardinero y regido por una Junta Administradora.
En abril de 1684 el catedrático Gaudencio Senach consigue ser nombrado único responsable del hort de les herbes medicinals, adquiriendo también en la calle Sagunto una casa con su huerto y también parte de un huerto contiguo situados ambos frente al colegio de San Pedro Nolasco.
Un memorial de la Real Sociedad Económica de Amigos del País fechado el 20 de junio de 1796 solicitaba a la ciudad la cesión de terrenos para la creación de un jardín botánico aduciendo..... de que en el Reyno solo hay un modelo en la Casa de la Mitra de la villa de Puzol...  Esta propuesta parece que se llevo a cabo en 1798 con la creación de un jardín en la Torre de Santiago que tenía una huerta aneja situada junto a la Alameda.
Finalmente en 1802 se crea, por el rector de la Universidad, Vicente Blasco, el actual Jardín Botánico de la Universidad de Valencia en el llamado Huerto de Tramoyeres en la C/ Cuarte Extramuros. Su primer director fue el catedrático de Botánica de la Universidad, Vicente Alfonso Lorente y Asensi.
Esta es sucintamente la evolución del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia que llega hasta nuestros días.

Por lo que respecta al jardín del palacio, no fue hasta la llegada a la diócesis valentina del arzobispo ANDRÉS MAYORAL ALONSO DE MELLA, que la rigió desde 1737 hasta 1769, cuando se enriqueció, con la aportación de una gran cantidad de especies vegetales, lo que había sido hasta entonces el modesto jardín de la residencia de los prelados.
Es precisamente Vicente Alfonso Lorente, que se había formado en sus tiempos de estudiante en el jardín de Puçol el que nos proporciona noticias de la ampliación del jardín… 

                      … hemos de considerar todo el huerto dividido en tres partes o jardines ….. el del centro es el huerto antiguo de la Mitra, y en él mandó plantar el señor Mayoral varios naranjos y limoneros; el de la parte norte lo adquirió el señor Mayoral, y lo destinó para hortalizas y árboles; y el de la parte del mediodía, que es el botánico, parte de su terreno lo adquirió también el señor Mayoral, y destinó igualmente para naranjos, y otros árboles de agrios de los cuales aún existen algunos; pero otra parte mucho mayor la adquirió y añadió en 1777 dicho Excmo. Sr. Fuero con idea de la formación de un Jardín Botánico…. todo a sus expensas sin perdonar gastos para la adquisición de plantas y semillas indígenas y exóticas…

Sin embargo, fue su sucesor, el arzobispo FRANCISCO FABIÁN Y FUERO, que ostentó la sede desde 1773 hasta 1794 su verdadero impulsor, ya que en 1776 creó un Jardín de Aclimatación al que dotó con 14.000 pesos. El arzobispo Fabián y Fuero aprovechó la circunstancia de que anteriormente a ser nombrado arzobispo de Valencia había sido obispo en Puebla de los Ángeles, Nueva España (Méjico) desde 1762 a 1772, lo que le brindó los contactos necesarios para hacerse enviar desde su anterior diócesis en Puebla, directamente a su jardín de Puçol, una gran cantidad de semillas y plantas americanas que eran aclimatadas y cultivadas en el jardín.
Entre estas plantas llegaron a nuestro continente en 1778, entre otras, el cacahuete, la chirimoya y la papaya. También llegaron desde el Real Jardín Botánico de Madrid semillas de plantas, varias especies de ruibarbos, distintas variedades de arroz chino, jengibre y cedro del Líbano para que fueran aclimatadas en el jardín.

Cacahuete Arachis hypogaea L.
Chirimoya Annonna cherimola Mill.

Papaya Carica papaya L.

Los cajones con semillas llegaban a Puçol y el responsable del jardín acusaba recibo al de Madrid y posteriormente se mandaba puntual noticia de los diversos resultados alcanzados en la aclimatación y otras circunstancias botánicas al director del Real Jardín Botánico de Madrid por los responsables del jardín de Puçol.
Fue director del jardín el religioso capuchino Fray Constantino de Castellote, que había sido maestro del que posteriormente fue catedrático de Botánica y director del Jardín Botánico de Valencia, Vicente Alfonso Lorente, que confesaba que gran parte de sus conocimientos se los debía al religioso. Fray Constantino, cuyo nombre era Joaquín Trullench, había nacido en Castellote en 1721 y murió en Valencia en 1789.
A raíz de unas oposiciones para ocupar la cátedra de Botánica en la Universidad de Valencia en las que Lorente denunció irregularidades, publicó unos folletos, en uno de los cuales manifestaba donde, como y con quien adquirió sus conocimientos de botánica…

… es verdad, y lo confieso con tanto gusto como agradecimiento, que gran parte de lo poco que sé en esta materia, lo debo a este acreditado profesor (Tomás Manuel Villanova Muñoz y Poyanos), y a la lección de sus libros que me franquea; pero también soy deudor de iguales favores al M.R. Fr. Constantino de Castellote, religiosos capuchino, cuyo notorio crédito en esta materia le ha merecido la dirección del magnífico Jardín Botánico, que para alivio de los pobres, e instrucción de los que quieren dedicarse a este estudio, tiene plantificado en Puzol nuestro Exmo. E Ilmo. Señor Arzobispo. 

Contrariamente, el botánico Antonio José Cavanilles, que visitó el jardín en marzo de 1792 durante el viaje que realizó por el Reino para escribir su obra Observaciones sobre el Reino de Valencia, publicada en Madrid en 1797, lo critica duramente diciendo que…

…el buen capuchino tiene reputación de botánico, pero en lo poco que lo traté, conocí que era pura gracia; pues tomaba por sidas la malva vitifolia; por salvia la budleya globosa; y no sabía que cosa era el usteria scadens, que es planta vivaz. Ya es duro alcanzar para zamponas dixe yo para mi capote al ver las canas del buen padre, y su aire de profesor con interior de aprendiz….

Junto a Fray Constantino trabajaron en el jardín el boticario Pedro Chicano y los jardineros Pedro Redondo Portillo y a partir de 1784, Manuel Peris. También ayudaba en los trabajos el hortelano Juan Coll.
Pedro Chicano y Manuel Peris fueron los corresponsales del Real Jardín Botánico de Madrid en 1783 y 1784 respectivamente. La correspondencia intercambiada consta de 26 cartas, datadas entre los años 1783 a 1788, entre las que figuran una del propio arzobispo, otra de su jardinero Pedro Redondo Portillo y las 24 restantes firmadas por su sucesor, Manuel Peris.
De estas experiencias en aclimataciones y cultivos se obtuvieron siempre magníficos resultados a lo que contribuyó, sin duda, el inmejorable clima, la calidad del suelo y el buen hacer de los encargados de los cultivos.
Uno de estos envíos, remitidos por el obispo de Puebla a Puçol, sufrió un percance que le cuenta el jardinero del Jardín Botánico de Puçol, Manuel Peris, a Casimiro Gómez Ortega, primer botánico del Jardín Botánico de Madrid, en una de las cartas que intercambiaban, fechada en mayo de 1785…
 
….los ingleses en esta última guerra presaron cerca de la Avana una embarcación que traía un caxón de simientes remitidas por el obispo de la Puebla para este jardín; llevaron la presa a Londres, donde se hallaba un inglés que había estado en esta ciudad algunos meses, noticioso de la presa y de que en ella había un caxón rotulado para el secretario del señor arzobispo de Valencia, pidió el caxón diciendo que eran simientes de hierbas medicinales para dicho jardín, la respuesta fue entregar el caxón diciendo que los ingleses no asian la guerra a las ciencias; el inglés lo dirigió a Holanda, de allí pasó a Málaga de donde nos avisaron para que se condijese a valencia, en estos rodeos pasaron dos años, se sembraron, y de ninguna remesa nos ha nasido tantas como de esta….

                Ante el grave problema planteado por la insalubridad que acarreaba el cultivo del arroz en tierras valencianas, el director del Jardín Botánico de Madrid, Casimiro Gómez Ortega, que había trabajado en nuestro jardín desde fechas muy cercanas a las de su fundación, había solicitado y obtenido de la Real Sociedad londinense semillas de un arroz chino de secano cuyo cultivo se había ensayado sin éxito en distintos países europeos, ya que nació y vegetó más o menos bien pero en ninguno llegó a fructificar. Para ello recurrió al jardín de Puçol…

solo en el de Puçol se consiguieron muchas y bien lozanas espigas de los pocos granos que cuidé de enviar à aquel Ilustrísimo Señor Arzobispo, que en su jardín Botánico de Puzol lo mandó sembrar, y mediante la benignidad del clima ha conseguido la satisfacción de recoger una buena cantidad de grano, que no solo podrá multiplicarse en aquel Reyno con inmensa utilidad de sus habitantes, sino también en otras Provincias y climas de Europa….
       
De los resultados obtenidos se vio que producía bien aunque no rendía tanto como el de agua continua y además se podían conservar las moreras para beneficio de la industria de la seda, circunstancia que no era posible con el de agua continua. En vista de ello se distribuyeron semillas entre los arroceros a condición de que no lo plantasen en agua continua aunque no hicieron caso y lo plantaron en agua, sacando más provecho que con el arroz del Reino.
En el Jardín Botánico de Puçol fueron aclimatas numerosas plantas, muchas de ellas americanas, encontrándose, entre otras, la chirimoya, la papaya, el cacao, diversas especies de yucas, el guayabo, el jengibre, la hierba Luisa, el arroz chino de secano y el árbol del coral.
Además de la aclimatación de plantas exóticas, también sirvió el jardín para la enseñanza de la botánica a cuantos estudiosos lo visitaron y para el cultivo de plantas medicinales. Allí se reunieron casi todas las hierbas medicinales de las que hablan Dioscórides y Linneo, que, una vez aclimatadas, se cuidaban con esmero.

...embeleso de los naturales y estrangeros, haciendo traer a toda costa del Asia y Africa un grandísimo número de plantas peregrinas y yerbas medicinales, que cultivadas por botánicos inteligentes, proporcionaban medicina a todos los pueblos inmediatos a cuyo efecto estableció un precioso gazofilacio, pagando á un profesor para que las distribuyese graciosamente á los pobres que se presentasen con certificaciones del médico. Así mismo añadió al palacio viejo la obra nueva que en ñel se vé, abriendo comunicación para él, desde el mismo palacio por medio de un arco y construyo la hermosa galería que domina el jardín y a una gran parte de la huerta, y del mar y forma un punto de vista encantador… (Especies perdidas tomo XV fol. 37r y 37v)

El arzobispo JUAN FRANCISCO XIMENEZ DEL RÍO, que ocupó el cargo desde 1796 a 1800, amplió extensamente el huerto, que llegó a tener una superficie de 26 hanegadas.
  
…este jardín lo aumento muy considerablemente añadiéndole varias cahizadas de tierra y añadió con una grande huerta cercada de pared á cal y canto cuyo costo se hace subir a cuarenta mil pesos y mandando conducir todos los árboles frutales que de las mejores especies y calidades tenía noticias hubiese dentro o fuera de la Diócesis……(Especies perdidas tomo XV fol. 216r)

Su sucesor, el arzobispo fray JOAQUÍN COMPANY Y SOLER que rigió la sede desde 1800 a 1813, aumentó considerablemente la colección botánica del jardín con plantas procedentes de las islas Filipinas que hizo traer a sus expensas.
De allí llegó a nuestro jardín el Diospyros lotus o Ébano loto, que producía un fruto semejante al caqui  Diospyros kaky, pero más dulce y sabroso, con una agradable astringencia, de forma esférica con unos dos cm. de diámetro.
En su tiempo se hizo el magnífico parral …

… que estaba adornado con muchos y muy costosos tiestos o macetas de flores y construyó además una noria que por medio de una figurada fuente de seis caños o grifos de metal conducía el agua a dos estanques que al mismo tiempo que contenían una gran numero de varios peces de diferentes colores proporcionaban el riego a muchas plantas que no podían regarse con la acequia por venir muy profunda y surtía al mismo tiempo a dos baños fabricados bajo el hueco de la escalera que comunica con la habitación o sala principal…(Especies perdidas tomo XV fol. 216r)



Este es el lugar donde estuvieron la noria y los dos estanques. Pueden apreciarse., bajo la desaparecida escalera de acceso al piso superior, los azulejos de los dos baños. 

También en nuestro jardín le fue ofrecida una magnífica comida al mariscal Suchet y su séquito, que alabaron su hermosura y lo calificaron como el mejor en su línea, no solo de España, sino de toda Europa. El militar francés había tomado Valencia en enero de 1812 y había sido nombrado Duque de la Albufera.

El arzobispo VEREMUNDO ARIAS TEIJEIRO, que ocupó la sede desde 1815 a 1824, no aumentó la superficie del jardín pero tuvo cuidado en conservarlo y mantenerlo en perfecto estado, ya que se había preservado sin daños durante la guerra de la Independencia a pesar de haberse librado en el pueblo la que se conoce como la batalla de Puçol.

Bajo el mandato del arzobispo SIMÓN LÓPEZ GARCÍA que ocupó la sede desde 1824 a 1831, tuvo lugar, en el año 1825, el desmantelamiento del Jardín Botánico. El prelado se dejó llevar de consejos que le persuadieron de que…

… aquel jardín era de mero lujo y que ocasionaba muchos gastos para su cultivo, cuidado  conservación y que sería más conveniente quitarle la forma de jardín y reducirlo a huerto, como lo restante añadido por el Seños Ximenez del Rio que o bien puesto en arriendo o en cultivo pudiera producir trigo, zevada o maíz en beneficio de los pobres….. se arrancaron no solamente tantos arboles exóticos que tantas expensas y cuidados habían costado a sus predecesores, sino también todas las yerbas medicinales que contenía…..por casualidad quedaron y se conservan algunos chirimoyos que por estar arrimados a la pared y no perjudicar para la siembra de la cebada o maíz los perdonó la destructora….. la misma suerte sufrió la noria que se deshizo y se vendieron los yerros y demás que pudo utilizarse para hacer limosna a los pobres y lo mismo sucedió con los conductos y cañones de metal que servían para el surtido de los dos estanques y riego de las plantas….    todo fue al traste  y el que esto escribe tubo el dolor de ver plantados dos albérchigos en el lugar que ocupaban los hermosos peces y contribuyó para que desde luego se quitasen, se desenterrasen los estanques y se le volviese a llenar de agua y poblarse nuevamente de peces….. pero baste de tan triste digresion (Especies perdidas tomo XV fol. 217r y 217v)

Es Manuel Lucia Mazparrota, último de los autores del ingente trabajo archivístico Especies Perdidas,  el que se lamentaba de esta manera de la destrucción del jardín, precisamente cuando sus ejemplares eran magníficos monumentos vegetales, muchos de ellos centenarios.
A partir de este momento fue decayendo aunque a principios del siglo XX todavía llamaba la atención por la gran variedad de frutales y por sus caminos sombreados por frondosos parrales que producían uvas de todas clases.



Había un árbol, que nunca fue clasificado, conocido popularmente entre los vecinos de Puçol como el arbre dels patets por dar unas flores muy parecidas a patitos, de color rojo y sin aroma, de unos seis centímetros de largo.



BALLESTER OLMOS, José. El jardín valenciano. UPV. Valencia. 1998
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