martes, 6 de abril de 2021

1238 – 1814. EL SEÑORIO DE PUÇOL

 

 

Los señoríos fueron una institución de origen medieval que suponía el dominio eficaz de un territorio por parte del rey, la nobleza o el clero, que además era hereditario.

El señor tenía una serie de prerrogativas de tipo judicial, político y administrativo, que eran una fuente de poder, ya que nombraba a las autoridades locales, ejercía la justicia y a la vez cobraba impuestos a los campesinos por el trabajo de la tierra y controlaba los derechos de monopolio del lugar, llamados regalías, por el que se obligaba a los vasallos a pagar por el uso de una serie de instalaciones y servicios necesarios para el desarrollo del trabajo agrario y atender a la alimentación de la comunidad, molino, horno, herrería, taberna, tienda, obradores de artesanos, carnicería, pescadería, etc.

El señorío de Puçol surgió como medio de pago por parte de Jaime I al noble Assalit de Gudal por su participación en la conquista de Valencia.

                A lo largo de los casi 600 años durante los cuales Puçol fue un señorío, exceptuando al primer señor, Asalit de Gudal y al propio Jaime I, el resto de señores siempre fueron los obispos y arzobispos que rigieron la sede valenciana.

                De entre los 37 obispos y arzobispos que ostentaron el señorío de Puçol, cabe destacar que entre ellos hubo dos papas, Alfonso de Borja, Calixto III y Rodrigo de Borja, Alejandro VI. También dos de ellos alcanzaron la santidad, San Juan de Ribera y Santo Tomás de Villanueva.  

 ASSALIT DE GUDAL, primer señor de Puçol, recibió la donación del rey Jaime I el 24 de enero de 1238. Cuatro años más tarde, el 18 de agosto de 1242, concedió Carta Puebla a los primeros pobladores de Puçol. En este documento se establecían los derechos y deberes de ambos y las condiciones para el cultivo de la tierra así como otras disposiciones.

 JAIME I, segundo señor de Puçol, aunque solamente durante seis días, ya que el 9 de noviembre de 1243 compró el señorío que le había donado a Assalit de Gudal por 18.000 sueldos de Jaca para, a continuación, donarlo el 15 de noviembre al Obispo, Cabildo y a los Hermanos Hospitalarios de Sta. María de Roncesvalles a partes iguales.

 

Es a partir de esta última fecha cuando se inicia la jurisdicción de los obispos y arzobispos de Valencia en Puçol, dominio que perdurará hasta la extinción de los señoríos por las Cortes de Cádiz a principios del siglo XIX, siendo el primero de ellos…

 ARNALDO DE PERALTA, Obispo de Valencia (1243 – 1248) III Señor de PUÇOL

( – Zaragoza, 00/07/1271)

     Tras la muerte del obispo Ferrer de Pallarés los canónigos de la Catedral nombraron compromisarios que designaron las personas que podían ser elegidas. Así se eligió el 1 de junio de 1243, el arcediano de Lérida, Arnaldo de Peralta, aragonés, descendiente de Ribagorza, de buenas cualidades religiosas y humanas.

Durante su mandato comenzaron a construirse en Valencia muchas iglesias; algunas de ellas sobre el solar de las antiguas mezquitas.

Pleiteó con el rey Jaime I en defensa de la dotación de la catedral que había sido reducida a la tercera parte por arreglo del rey con el anterior obispo, Ferrer de Pallarés, logrando finalmente que, para acallarle, le cediese el monarca la tercera parte de Puçol en noviembre de 1243, aunque no satisfecho el prelado con este arreglo siguió pleiteando durante todo su pontificado.

     La escasez de clero en la diócesis llevó al Obispo y al Cabildo a ofrecer ventajosas prerrogativas y concesiones a órdenes religiosas, tales como las que obtuvieron los canónigos y hermanos hospitalarios de Roncesvalles, a quien se les hizo donación de las iglesias de la Santa Cruz, en Valencia y la de Puçol.

Arnaldo de Peralta solicitó y obtuvo de la Santa Sede su traslado a Zaragoza en octubre de 1248, donde falleció en julio de 1271.

 

 


El obispo Arnaldo de Peralta. 

Taller de Juan de Juanes. 1568

Catedral de Valencia

 

En la catedral de Valencia se conserva una galería de retratos de los obispos y arzobispos que rigieron la sede episcopal de Valencia. Los retratos se encargaban después de que el arzobispo abandonara la sede y siguen el modelo establecido por el pintor Juan de Juanes al iniciarse la serie en el siglo XVI.

En estos retratos aparecen los obispos con las vestiduras y ornamentos propios de su cargo y en actitud de bendecir.

En la parte inferior del retrato, a ambos lados del escudo del arzobispo, hay escrita una sucinta biografía del personaje.

 

 OLMOS CANALDA, Elías. Los prelados valentinos. Valencia. 1949

Archidiócesis de Valencia. Arturo Llin Cháfer

 

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