lunes, 26 de diciembre de 2022

1909. EL PALACIO DEL ARZOBISPO DE PUÇOL CONVERTIDO EN HOSPITAL

 

 

 

La guerra del Rif, también llamada la segunda guerra de Marruecos, fue un enfrentamiento originado por la sublevación de las tribus del Rif, una región montañosa del norte de Marruecos, contra las autoridades coloniales españolas y el Imperio colonial francés, concretada en los Tratados de Tetuán (1860), Madrid (1880) y Algeciras (1906), completado este con el de Fez (1912), que delimitaron los protectorados español y francés, cuya vida administrativa y geográfica se inició en 1907, conflicto en que participaron también tropas francesas, pese a haber afectado principalmente a las tropas españolas.

A finales de julio de 1909 se produjo una agresión de las tribus rifeñas a los trabajadores españoles de las minas de hierro del Rif, cercanas a Melilla, que dio lugar a la intervención del Ejército español. Los heridos que se ocasionaron en los enfrentamientos fueron atendidos inicialmente en el hospital de Melilla que pronto resultó insuficiente para atender el continuo flujo de bajas.

Paralelamente a las noticias del desarrollo de la guerra se encuentran en la prensa numerosas noticias de entidades de toda España que ofrecían, bien dinero en metálico, bien instalaciones para acoger a los heridos evacuados a la península.




Había llegado a Valencia el general Polavieja, presidente de la Cruz Roja, para montar una estación sanitaria para atender a los heridos y el Casino Artesano del Grao, al igual que lo había hecho en la campaña de Cuba, estableció una posta sanitaria para auxiliar a los heridos que, procedentes de Melilla, desembarcasen en el puerto de Valencia.





 Hospital instalado por la Marina Auxiliante en 1909 en la Lonja de Pescadores


También con el mismo fin, el ayuntamiento de Xátiva había ofrecido 150 camas en el hospital de esa ciudad.



El 4 de agosto el arzobispo de Valencia, Victoriano Guisasola y Menéndez, que estaba en Gijón, telegrafió al gobernador civil de Valencia, Genaro Pérez Moso, ofreciéndole su palacio de Puçol, con veinticinco camas para la asistencia completa de otros tantos heridos procedentes de Melilla, de los que tenía noticia que se iban a trasladar a Valencia. Al enterarse de esta noticia, el médico titular de Puçol, Dr. César Batllés, se ofreció para prestar sus servicios facultativos en el indicado hospital sin retribución alguna.

 

El 15 de agosto, el arzobispo Guisasola dirigió una carta al Delegado Provincial de Cruz Roja en Valencia, Sr. Alicio Caravaca, en la que le comunicaba que tenía noticias del proyecto de Cruz Roja de establecer en el Grao de Valencia un hospital para acoger a los soldados heridos o enfermos que pudieran llegar de Marruecos, haciéndole saber que si no había ofrecido su cooperación en esta obra patriótica y caritativa era porque ya había hecho, para el mismo objeto, el ofrecimiento de su palacio arzobispal de Puçol con 25 camas y asistencia completa a sus expensas. El arzobispo hizo entrega a la Cruz Roja de una limosna de 250 pesetas para este hospital.

 

El 28 de agosto se esperaba la llegada del arzobispo a Valencia y con ello comenzaran las obras necesarias para ubicar, en el palacio arzobispal de Puçol, un hospital adecuando para ello las instalaciones. El 27 de septiembre se dieron por finalizadas las obras quedando completamente ultimado el hospital provisional en el palacio. Se habían instalado 60 camas con todos los servicios de farmacia y médicos para el caso de que el gobierno quisiera utilizarlos.

 

                No hay noticias de si este hospital, generosamente ofrecido por el arzobispo Guisasola, llegó a acoger algún evacuado de la mencionada guerra.

 

 

 

MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE. Biblioteca virtual de prensa histórica.

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